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lunes, 2 de mayo de 2011

Hay muchos días que me acuerdo de mi padrí (mi abuelo paterno) y rememoro sin poder, ni querer evitarlo, recuerdos buenos de mi infancia.
Alguna que otra vez he hablado de él en Divagando Divagando, así que sus lectores sabrán lo especial que fue para mi el padre de mi padre, y lo mucho que me llegó a marcar su vida y su muerte; tanto...que jamás he podido olvidar ni un sólo minuto de los que me regaló, siendo que este año hace 20 años que murió.
Aún hoy por hoy, sabiendo que en su día, él como muchos de mis ascendientes, fueron protagonistas de los periodos convulsos que les tocaron vivir, participando activamente en la política de su tiempo (debe ser el único gen parecido que corría por las venas de ambas familias de tan polos opuestos, la de mi madre y la de mi padre); aun así...hay cosas que me quedan por descubrir de mi abuelo y de su historia. 
Misterios, tabúes, incógnitas de dos familias, que el destino quiso unir a través de un rosal de espinas y que el silencio soldó para ser él quien regara ese rosal. 

Cuando yo nací mi abuelo ya llevaba tiempo siendo abuelo, era un papel que le venía a la perfección porque él adoraba a los niños, a pesar de que no pudo criar a ninguno de sus hijos por motivos económicos. 
Mi padrí te regalaba besos sin tocarte más que para el primero y el último (el de recibimiento y el de despedida, que encontrabas de golpe haciendo que te vieras envuelta entre sus brazos, sintiendo como si estuvieras dentro de una madriguera, a salvo y tranquila); a él no le hacía falta darme más besos, sabía darte cariño como un maestro de la mente y los signos corporales, transmitía con sus bromas, sus guiños, sus silencios con sonrisa y sus actitudes más de lo que nadie me ha transmitido jamás (tal vez lo de la mala expresión oral me venga de él...); hacía que te sintieras en el carnaval de la felicidad. 
Te dejaba equivocarte... si, me sentía niña; de hecho, siempre junto a él pensé que era la niña con más suerte del mundo. Sentía que merecía a mi padrí. Siempre contaba los días y minutos para volver a verle y cuando llegaba la Navidad y él cargaba su Tronc De Nadal hasta mi casa, aquello era un sueño.
Cuantas veces de renacuaja, en el asiento de atrás de su lata de sardinas, hacía que mirara al cielo al exclamar...¡NO, mira! mira! un elefante volando! y yo miraba...no lo veo padrí...¿donde está..?. jolines NO, ya te lo has vuelto a perder.
Cuantas veces miraría  al cielo después y sigo mirando pensando en él....
Él, su perra (la Vinga -venga en castellano- un tekel negro de pelo corto y duro, al que ahora el mio, Lucas, me recuerda mucho), mi hermana SunSun y yo solíamos sentarnos en un terraplén de un bancal del pueblo donde mi padrí y mi padrina vivían en una casa alquilada (después de vivir muchos años en el Molino; nunca tuvieron una casa en propiedad); los cuatro, comiéndonos un popeye cada uno; es una imagen que guardo en la memoria a largo, corto, medio e inmediato plazo; estará ahí siempre.
Esa imagen y la de dos pedugas en el antiguo campo de fútbol del Lérida, un barrizal, al lado de las atracciones (cuatro cosas para entonces...), donde SunSun y yo mientras mi abuelo miraba el fútbol al lado de la barandilla, nosotras jugábamos a dar vueltas sobre ésta y esperábamos con ansia el descanso del partido, porque sabíamos que nos montaría en alguna atracción.
Siempre recordaré que el deseo de toda la vida de mi padrí era ver al Lérida en primera división....y éste subió a dicha división justo al año siguiente de morir mi abuelo; nunca en su historia había subido a primera y lo hace cuando mi padrí no lo podía ya ver.. !mierda de equipo!. Le hicieron un estadio en condiciones, que es el que ahora está y bajó a segunda tan rápido como subió a primera, donde nunca más ha vuelto a estar.

Mi padre en Ilerda tenía su trabajo, todos los días, como todos, excepto los fines de semana (sino le tocaba viajar por trabajo..). Además de su trabajo en una empresa de cuyo nombre no consigo olvidarme...que cruz... tenía varios puestos (dos pollerías y dos hueverías) en dos mercados, el Mercat de Cappont y el Mercat de Fleming; ambos mercados municipales y que se crearon en la ciudad cuando yo tenía cuatro o cinco años, si no recuerdo mal.
Ahora ya no existen las hueverías en los mercados y los huevos que compras suelen estar en puestos de diferentes ámbitos, carnicerías sobretodo, y colocados en hueveras; antes los vendíamos en bolsas, así que, lógicamente...la huevería era el último lugar donde las amas de casa venían a comprar antes de irse a su hogar = los huevos tenían que quedar siempre en lo alto del carrito de la compra para que no se reventaran en la bolsa. Los caracoles se vendían como hoy día se siguen vendiendo, en sacos de red por kilos.
Mi padre se montó estas dos pollerías y estas dos hueverías con su mejor amigo (que aún sigue siéndolo), y debido a que la empresa donde trabajaban ambos era una empresa avícola (donde empezaron los dos de comerciales y terminaron de directivos, uno de ventas y el otro de cuentas), manejaban el producto y dirigían los puestos del mercado, además de generar puestos de trabajo.

Me encantaba estar en el mercado, supongo que de ahí me viene el encanto que me producen los mercados... , las ferias de artesanía..las gastronómicas, los mercados árabes, el del Carmen en Tel Aviv etc... todo lo que reuna puestos en el exterior me gusta, colores y aromas, los sentidos se me disparan y el tiempo se volatiliza.
Pero como podéis imaginar lo que más me gustaba de estar en el mercado era que ahí siempre estaba mi padrí vendiendo huevos y caracoles. Y como no....ahí estaba yo con él, siempre que mis padres me dejaban. A la tierna edad de ocho y nueve años SunSun y yo solo pensábamos en aprender a vender huevos y caracoles tan bien, que mi padrí estuviera orgulloso de nosotras. Nos costó convencerlo para que terminara por permitírnoslo, y siempre fue por acuerdo tácito entre los tres y a hurtadillas de mi padre.
SunSun y yo nos poníamos sentadas en el suelo del puesto y mi padrí nos daba un ejemplar de los diferentes tipos de huevos y de los diferentes tipos de caracoles, y nos enseñaba las diferencias y sus nombres para que los aprendiéramos; más tarde vino el acordarnos del precio de cada tipo....¡¡ya se olía que pronto llegaría el día que nos dejaría vender con él!!! Así fue, mi padri llegó a estar tan orgulloso de lo rápido que aprendimos y de como vendíamos subidas a un taburete y cómo con nueve años cobrábamos bien y dábamos las vueltas mejor, que incluso alguna vez lo echamos del puesto para que se fuera al bar del mercado a desayunar y descansar. Fue mi primer compañero de trabajo, y por supuesto el mejor que tendré, de eso estoy segura.

Recuerdo la única ocasión en la que le fallé en el puesto. Las mujeres pasaban por la huevería antes de marchar para casa y tenían la costumbre de ser también el primer lugar por donde pasar para dejar el recado de lo que querían y recogerlo ya preparado, al marcharse del mercado. Evidentemente, para unas niñas de nueve o diez años las mujeres de 40, 50, 60 y 70 años nos parecían iguales; todas con su pelo corto y cardado impoluto con un litro de laca (finales de los ochenta...viva la era del aniquilamiento masivo del cuero cabelludo a discreción y sin contemplaciones con productos químicos abrasivos); todas con el carrito, monedero en ristre, y blusas sedosas horteras, de hombreras como mi cabeza una en cada lado, y gafotas gigantes que apenas te dejaban apreciar la cara de la que te hablaba, con cristales tintados de leves tonalidades amarillas o verdes.
De esta guisa un error tarde o temprano teníamos que tener, y así llegó el único error que tuvimos en todos los días que estuve con mi padrí vendiendo huevos. El día DEL FALLO mi padrí se había ido a tomar café al bar del mercado; una de estas señoras me dejó el recado de lo que quería para pasar a buscarlo al final de la mañana e inmediatamente otra señora muy parecida a la anterior hizo lo mismo; la primera que vino a buscar su pedido fue la segunda y a ésta le di y cobré el encargo de la primera y a la inversa con la otra.
Se montó un cisco. Fui a buscar a mi padrí al bar y resolvió el entuerto, siendo que las señoras no se habían enfadado (lógico...les atendían dos crías); pero mi padrí si se enfadó....cuando se fueron las señoras nos gritó y nos castigó debajo del mostrador dentro del puesto. Sentí morirme. Mi abuelo enfadado...nunca jamás lo había visto enfadado...nunca; se le pasó pronto, y nos pidió perdón, nos besó y vi como se le enrojecían los ojos; todo pasó.

Después con el tiempo asocié lo que ya le empezaba a ocurrir a mi abuelo...que estaba enfermo, tenía cáncer de vejiga. SunSun y yo meses antes de este hecho empezamos a notarlo más cansado de lo normal...pero jamás oí una sola queja de su boca, jamás. El día que presencié su infarto en el mercado y lo vi en el suelo (imagen que no se me va de la cabeza) sentí de nuevo morirme; las dependientas de la pollería de mi padre me despegaron del brazo de mi abuelo que yacía en el suelo, a pesar de mis patadas y mis arañazos; se lo llevaron al hospital y se recuperó; pero ya no podíamos ir al mercado...ni él, ni nosotras.
Cuando mi madre meses después nos confirmo que mi abuelo tenía cáncer lloré....lloré....lloré...y lloré...no podía ser, otra vez el maldito cáncer... ¿qué era eso del cáncer que me estaba jodiendo la familia? pero jamás lloré delante de él; pensé que se salvaría o al menos eso quise pensar, si recién se había salvado mi hermano ¿porqué no mi abuelo? mis padres sabiendo la relación que teníamos SunSun y yo con nuestro padrí, nos dejo estar horas y horas con él en el hospital, a pesar de que su estado físico se iba degradando cada vez más; luego supe que mi abuelo se lo había pedido a mis padres, fue voluntad suya, quería morirse con nosotras a su lado.
Lo paseábamos en la silla de ruedas pasillo arriba pasillo abajo en el hospital y nos turnábamos SunSun y yo, una tiraba de la silla de ruedas y la otra le daba la mano, siempre nos peleábamos por éste último puesto. Las enfermeras nos adoraban. Viví su cáncer día a día. Sufrió mucho, lo pasó muy mal, pero no le oí ni una sola queja.
Mi padrí fumó toda la vida y fumó mucho; yo sabía que el pensaba que prefería morir antes y vivir feliz mientras pudiera, era su filosofía de vida y yo la respetaba (por eso le daba popeyes a su perra), pero supongo que jamás pensó que moriría tan poco a poco y sufriendo tanto..
La última vez que ví a mi abuelo fue en el hospital estirado en la cama, mi madre nos dijo que nos despidiéramos de él, algo que me sonó muy raro (siempre me despedía de mi padrí); primero él le dio dos besos a Crudins, luego a SunSun y después me agarró del brazo y me dijo que me acercará al oído que tenía un secreto para mí; me dijo: `prométeme NO que cuando yo no esté aquí, te encargarás de los puestos de mercado y los atenderás tú, que lo haces muy bien´ le susurré que se lo prometía sintiendo como la sangre se me había bajado totalmente a los pies, y que apenas me salían las palabras del nudo que tenía en la garganta, eso quería decir que se moría..; me dijo que me quería mucho y le dí un abrazo y un beso fuerte.

No me dejaron volver a verlo; murió 4 meses después. Recuerdo como nos dió la noticia mi madre a SunSun y a mi y recuerdo no volver a ser la misma persona desde entonces.

A los 9 meses de morir, a mi padre le trasladaba la empresa a Zaragoza porque ésta  se había fusionado con una multinacional francesa y le habían ascendido (a su mejor amigo ya le habían trasladado un año antes), y por lo tanto, mi padre vendió los puestos del mercado; grité, grité y grité...no podía venderlos!! le conté a mi madre la promesa que le había hecho a mi padrí. Ya estaba hecho.
Seguro que mi padrí se meo de la risa cuando defendí mi promesa ;)

jueves, 21 de abril de 2011

No se si es algo común al resto de los mortales lo que a mi me viene a suceder en ocasiones... no voy a decir que habitualmente, pero si lo justo como para escribir una entrada con las situaciones que me sobrevienen por las mañanas...

Me estoy refiriendo al despertar sin despertar. A levantarse aún en sueños, en ese estado en el que como autómatas empezamos a movernos por inercia o por la costumbre ya incrustada en el tuétano de los huesos y en la elasticidad de los músculos, que hacen que se mueva el cuerpo sin necesidad de que sea por una respuesta cerebral coherente ni por una voluntad decidida.
Si, hay veces que parezco un zombi, salvo por el hecho de no ir con los brazos extendidos hacia adelante...por lo demás... igual de blanca por las mañanas, igual de enmarañado el cabello, y con unas legañas del tamaño de una moneda de 10 céntimos en cada ojo... Pero la cuestión real no es esa..es decir, eso no es lo curioso, puesto que la mayoría de nosotros nos levantamos así; lo realmente llamativo es en aquellas ocasiones en las que una se levanta sin estar en este mundo...dando los últimos coletazos oníricos en ese afán por alargar o agarrarse al dulce placer del disfrute en otro mundo pasajero.

Por lo tanto no es de extrañar que parezca un muerto viviente y me ocurran cosas como meterme en la ducha y salir de ella creyendo que me he lavado el pelo, porque me lo he mojado y frotado, y resulta que cuando lo estoy ya secando con el secador...está igual de sucio que antes...si, se me ha olvidado ponerme el champú; o colocar las cosas más extrañas en el microondas creyendo que es el café con leche...y es la taza vacía o  la cuchara, o el tarro del café soluble; o quitarme el pijama y a la hora de vestirme para salir a la calle volvérmelo a poner pensando que es la ropa de calle... o salir a la calle en zapatillas de ir por casa porque se me han olvidado ponerme los zapatos.. (menos mal que me doy cuenta en las escaleras..); e incluso tener la regla y olvidarme de ponerme algo..(eso ya es muy fuerte..solo me ha ocurrido una vez..menos mal que tengo la casa en el bolso desde que no tengo casa jeje).
Si, como podéis comprobar el día que buceo por el mundo de los sueños...tardo rato en salir de él. También tengo que decir que me ocurre no en muchas ocasiones...puesto que a mi mas bien me cuesta dormir, y no digamos dormir bien....eso es un lujo.
Suelo tener pesadillas que a temporadas son recurrentes y en ocasiones son aleatorias; y sueño cosas de lo más extraño, supongo que como todos...En ocasiones he pensado en escribirlas al despertarme pero cuando me pongo frente al papel pienso que es demasiado complicado transmitir en toda su dimensión fantástica todo lo que acabo de vivir en los sueños.

Como ya sabéis, porque lo he comentado en muchas ocasiones, me encanta soñar, tanto dormida como despierta, me encanta de verdad... la mente se transporta donde realmente me gustaría que estuviera y así conozco en sueños los mundos en los que me gustaría estar y conversaciones con gente que me gustaría tener y pisar donde no hay suelo y hacer cosas increíbles; tener superpoderes (me encantan las pelis de superhéroes de cómic), tener otras vidas, otras oportunidades. Supongo que por todo esto me encantó Origen de Christopher Nolan, así son un poco en muchas ocasiones mis sueños...esa realidad transformada como el subconsciente quiere (en ocasiones porque hemos trabajado el consciente antes de dormir o soñando despiertos; pero en otras porque los sueños, sueños son, y en ellos cabe lo imprevisible, lo improvisado, lo que no estaba planeado).
El día que no sueñe, creerme, no viviré.

Dejando a un lado mi voluntad en querer transmitiros lo que disfruto con el sueño y lo que me molesta por tanto, el insomnio; ese acompañante mío que desde pequeña ha sido mi amigo invisible; quería poner énfasis justo en el momento de tránsito que se produce entre el sueño y el despertar, que para algunos es instantáneo siempre y para otros solo en ocasiones.
He comentado esto alguna vez con mis familiares y amigos, y a pesar de que se, por ejemplo, que a mi hermana SunSun (porque lo he visto en primera persona) le ocurren cosas como las que me ocurren a mi; mi hermana Crudins no puedo tenerla en consideración, porque fue sonámbula hasta bien mayor (menos mal que ya pasó..porque montaba cada show...); pero no era una sonámbula de sueño placentero...soñaba que siempre nos agredian, a SunSun y a mi (siempre lo mismo y sólo con nosotras dos), por lo tanto era curioso ver lo que hacia  y lo que decía, mirándote con esos ojos grandes estando dormida. Le costaba mucho despertarse estando sonámbula, y aunque la zarandeabas... acabamos por meterla bajo el agua de la ducha, aprovechando que siempre se metía en la bañera gritando.
Me consoló saber que hay gente que hace las cosas más peculiares en ese proceso de tránsito y que no soy la única que a veces se mete el peine en la boca para lavarse los dientes ...

En conclusión....hay veces que parezco Beetlejuice (personaje que adoro desde mi infancia), un muerto muy vivo, igual de cachondo y con las mismas pintas al amanecer, viviendo dentro de una maqueta.



                              

sábado, 2 de abril de 2011

Era primavera.... como la recién estrenada... pero de hace unos 4 años....

Dentro de La Casa del Ruido y de Morti, por las mañanas, entraban los rayos de sol por el único sitio al que la voluntad humana, la de SunSun y la mía, se lo permitía....es decir, la puerta acristalada del balcón que daba a la calle Espozaño y Minero. En la misma pared había dos ventanas más, pero los estores blancos que dejaban entrar la luz no se levantaban por las múltiples razones explicadas en mis anteriores entradas sobre aquellos maravillosos años en  Melrose Place.

Empezaba una semana nueva, era lunes y acababa de disfrutar de uno de mis fines de semana de entonces... bares, música, entradas y salidas en casa, dejarse llevar por los acontecimientos, encuentros involuntariamente voluntarios y estudiados con las personas que quería ver, y resaca con sabor dulce.. ; la operativa normal de una soltera trabajadora a la espera de comerse el fin de semana todo lo que no se había comido entre semana; y eso que tenía como hábito tomarme siempre unas cervezas por las tardes, antes de subir a casa entre semana, para charrar un rato con quien se dejara caer en La Bachata (ahora) Aburrida... (el bar a dos portales de La Casa del Ruido, cuyo propietario era un chico con el que, unos años antes, había jugado un par de partidas al Twister de MB y acabamos jugando al Ahorcado..perdió él, claro; pero también de una de las personas que ahora mismo esta ahí arriba tomándose un gin tonic con san Pedro, en una de las nubes más grandes, y que me hacía reír como nadie..).

Los fines de semana, los cantos y las voces de Doña Ramona, sabían de otra manera...ya daba igual todo, no había que madrugar (salgo los sábados que me tocaba trabajar) y eso hacía que todo supiera distinto... todo tenía encanto.
La sensación de resaca permanente se aliaba con el bienestar y juntos bailaban un tango como podían; la ropa tendida en el patio de luces, manchada por la ceniza que los orgasmus cada jueves desde el piso de arriba dejaban caer, tiñendo la ropa de gris noche estrellada, tenía otro significado, el de fin de semana.. me daba tiempo a ponerla otra vez en la lavadora sin problemas, junto con el uniforme del trabajo, para estar listo el lunes.
Todo se volvía relativo.

Recién pasado uno de aquellos fines de semana, un lunes me sabía a `tengo que replantearme la vida por mucho que disfrute de las olivas, los boquerones y las cervezas´.
Para entonces, yo aún trabajaba a turnos unas semanas de mañanas y otras de tardes, y ese lunes tenía que entrar a trabajar a las 15 horas, así que me desperté sin despertador (una de las cosas que aún se saborear como placer más exquisito) y en un silencio absoluto...(que ahora mismo añoro desde lo más tierno de mi malestar), y me levanté para desayunar como manda el onceavo mandamiento...
A esas horas, un lunes, los orgasmus inmersos en sus ritmos grupales de costumbres propias de su especie o se volatilizaban y dormitaban sobre el césped de algún lugar desconocido para mi...o hibernaban hasta el miércoles, el caso es, que eran los únicos dos días que la cabeza descansaba... Un Ferrero Rocher envuelto en papel de oro de 20 kilates.

Justo en esos momentos de mi vida en Melrose Place, vivían enfrente de mi piso de La Casa del Ruido, Arti y Dani, una pareja encantadora y enrollada, que tanto te ayudaban como te invitaban a compartir lo que tuvieran entre manos en esos momentos de encuentro.
Después de mis `desayunos sin prisa´ de las semanas de tardes, solía ponerme música a un nivel prudente (recuerdo que me puse un disco de The Sonics) e iba organizándome poco a poco para la semana... tocaba destender el uniforme y plancharlo antes de ir a trabajar; comprar lo necesario para la comida del día; ordenar mi habitación y la casa en general; pegarme una ducha mañanera de las largas, sin ninguna prisa, escuchar las noticias en la radio y empezar a hacer la comida antes de que SunSun llegara del trabajo.
Mientras iba cantando, bailando y guitarreando virtualmente por casa, haciendo las cosillas del hogar...me di cuenta que me faltaba leche y que era lunes...es decir, había que reponer material, usease, los hielos gastados por los combinados del fin de semana (en mi casa no podían faltar nunca mazacotes buenos de agua congelada) y leche (es un misterio lo que SunSun hace con la leche...cuanto más compraba más pronto se gastaba).
Así, que después de adecentar mi hogar dulce hogar, planchar el uniforme y colocarlo extendidito encima de mi cama de 1,50 m (que tiempos aquellos..); me dispuse a ir al economato que había justo debajo de mi casa en el portal contiguo (que después fue kebab, panadería, otra vez kebab...y ahora ya no lo se..) a comprar hielos y unas cajas de leche a la simpática Ana, la propietaria del lugar.

¿Qué se coge una de casa para bajar justo al portal de al lado a comprar varias cosas? Yo, evidentemente, no pensé en que iba a necesitar bolso...ni móvil...ni papel...ni boli...ni el monedero...ni las gafas de sol...ni nada de nada... Pensé...sólo necesito 4 euros y las llaves, paso de bajar nada más...¿para qué?.
Tengo que decir que cada vez que en mi mente se desarrolla dicha pregunta...yo que soy gafe...suelo coger todo lo que he dicho que no iba a coger; pero ésta vez dije... en serio No, es ridículo bajar con nada más, acostumbrate a ir más liberada. Ok. Así que No se va de casa con el producto neto de su nómina ya a día 13 del mes y con las llaves. Nada más. La verdad es que tengo que decir, que la sensación que sentí al bajar las escaleras medio bailando y cantando tan suelta casi valió la pena después de todo...
Entré en la tienda y saludé a Ana; creo que era la única persona que trabajando en Melrose Place no tenía ni idea de los chismes del barrio...(no vivía en él) así que era todo un lujo poder hablar con ella, porque nunca lo hacía sobre los demás.
Si...la eche de menos cuando se fue...

Cogí la leche y los hielos y ya era casi la una del mediodía; Ana cerraba en breves, había llegado por los pelos. Me costó 3,25 euros la compra. Pensé...bueno ahora a subir y a empezar a hacer la comida; comer y salir para el frente de batalla. Saqué mis llaves, las coloqué en la cerradura...y...si, en efecto, la puerta no se abría, la cerradura se había estropeado (algo que me jorobo bastaste porque `la casera´me aviso que no cerrara nunca de portazo porque la cerradura era algo delicada...y siempre cerraba la puerta con la llave puesta, jamás di un solo portazo). Mierda....mierda....mierdaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!

Tic tac...tic tac...tic...tac....las 13,15....entro a las 15 a trabajar.....uniforme, móvil, bolso, dinero, todo dentro de casa. Inmediatamente pienso en el trabajo...mierda otra vez, yo que no paro de echar broncas a las demás porque llegan tarde al curro y soy un ejemplo intachable de puntualidad...no puedo llegar tarde!! y además...el puesto se queda sin cubrir...y hoy está la cirujana...follón seguro... etc..
Un tumulto de ideas se atropellaron en mi mente.
En definitiva...en ese momento algo me decía que no iba a ser el mejor día de mi vida.
Tenía que pedir ayuda, llamé a la puerta de Dani y de Arti, no había nadie en casa....y, como os podéis imaginar, no se me ocurrió pedir ayuda en ningún otro piso...en cualquier caso hubiera conseguido de todo menos ayuda (orgasmus y Doña Ramona...no, gracias).
Me miré el dinero que tenía, joder...75 céntimos...¿dondé hay una cabina ahora en la era del móvil? No... piensa...piensa....creo que en el Central Market....o tal vez en la plaza de la Santisima Cruz....ayyyy no lo se!
Salí escopeteada sin dejar los hielos y la leche en el rellano (cualquiera se fía de los orgasmus...eran capaces de salir de su hibernación coger el material y volver al catre como si nada...ni hablar), es decir, me cargué con la compra y me fui al Central Market que distaba de mi casa unos 10 minutos andando...y no!! no había una cabina!!! (yo hubiera jurado que en algún momento alguna vez...vi alguna...) evidentemente, me cagué en la estatua del fundador romano de nuestra querida ciudad , que testigo de mi desasosiego parecía hasta reírse de mí diciéndome (con esa postura hierática de cadera inclinada y sonrisa burlona) que pringada... ,así que corriendo otra vez, desandando lo andado, me dirigí a la plaza de la Santisima Cruz...y siiii una cabina...dios...que calor hacia...sudaba por castigo divino...
Vale, No, ya tienes cabina, ahora piensa, solo tienes 75 céntimos organízate, tendrás pocas oportunidades de llamar...vale, SunSun es la que está más cerca de casa, trabaja a 10 minutos andando, llámala y que ella llame a la casera para contarle lo que ha pasado y que ésta llame al seguro del hogar para que venga un cerrajero urgentemente.
Llamo a mi hermana que nada más oír mi voz me da voces diciéndome que ahora no puede atenderme que estaba muy liada, y me cuelga. Su puta madre (con perdón porque es la mía también). Vuelvo a meter moneditas en la cabina...45 céntimos...vale...llamo a mis padres para que llamen a SunSun, le digan que es idiota, y le cuenten lo que me pasa, y...sorpresa sorpresa....mis padres comunicando!!! Seguro que Crudins estaba marujeando sobre el finde...una imagen fugaz imaginó mi mente y se proyectó en las retinas de mis ojos....Crudins con el teléfono en mano jijij jajaja jijij jajaja...= misión imposible, posibilidades cero.
Creo que si alguien me hubiera pedido la cabina en esos momentos me lo hubiera engullido...
Bueno, intento otra vez llamar a SunSun...30 céntimos...llamo y lo primero que le digo es que me escuche!! que me he quedado colgada en la calle sin poder entrar en casa con....30 céntimos y bajando... que llame a la casera!!! me dice que vaya a su trabajo que me da sus llaves para que pruebe a abrir la puerta con las suyas... ok....
Cargo la leche otra vez...y los medios hielos...y me pongo a andar los 10 minutos hasta su trabajo...me da sus llaves y me dice que ya ha llamado a la casera, que alguien irá a rescatarme o a hacer algo... Vuelvo a recorrer los 10 minutos de trayecto hasta mi casa, pruebo sus llaves, y la cerradura no responde; la puerta se me descojona en la cara...

¿Qué hago? las 14,30. En esos momentos decido volver a llamar a casa de Dani y de Arti, tal vez tenga suerte y como ya es la hora de comer han vuelto a casa. Están!!!! genial...hielos a la nevera y leche en habitáculo seguro. Los tres unidos pensamos como abrir la puerta...uno detrás de otro metimos las llaves y las volvimos a meter y lo volvimos a intentar otra vez...nada. Arti decide probar con el método que ha visto a muchos cerrajeros y se va a por una radiografía suya. Riqui raca riqui raca en la puerta a la altura de la cerradura....nada.
Pasa el tiempo......Tiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii las 15 horas. La mala ostia recorre mis venas...llamo al trabajo desde el teléfono de SunSun que ya se añade a nuestra cuadrilla (después de que ella también probara en la cerradura 13 veces más)  e intento explicar a mi compañera que pasa... `vale´, me dice (la que se pira a las 15 y compañera donde las haya..),  `le dejo un post it a xxxx y ya está....´ le digo que no, discuto con ella y le digo que le diga a x+y que se quede en mi puesto hasta que yo vaya, sea la hora que sea, o hasta que venga mi jefa (llegaba a las 16 horas) y que cuando ésta llegue me llame.

En ese momento llega el dueño de mi casa, así que ya somos cinco en el rellano.... me dice que su pareja ha llamado al cerrajero del seguro de hogar y que éste le había dicho que a las 15 horas como tarde iba a estar... si...ya lo veo. Intenta por todos los medios (era un ritual a seguir por todo el que entraba en esta fiesta) abrir la puerta metiendo y sacando la llave 30 veces en la cerradura...y yo pensando...al final me quedaré además de sin entrar, sin llave ni llavero... por un momento pensé... ¿harán todas las personas lo mismo ante esta situación o solo es un empeño oregonés?
De pronto me pregunta si he cerrado el balcón de mi dormitorio, que como da al patio de luces, y ahí nació hace millones de trillones de años un hermoso andamio...podría subir el andamio hasta mi habitación, entrar en casa y abrir la puerta desde dentro. Estupefacción. Y yo que creía tener imaginación....solo faltaba además, aquel día, tener que hacer fila en las urgencias del Hospital Miguel Servet...
Menos mal que había cerrado el balcón para que ningún Lancelot subiera el castillo andamial blanco para salvar a la princesa de los suspiros...uy, perdón, de los resoplidos.

De perdidos al río.....¿alguien tiene hambre? yo me marcho a comer y que se abra cuando se tenga que abrir... SunSun se une conmigo, evidentemente. En esos momentos llega la pareja del dueño de mi casa, `la casera´, y nos vamos los cuatro a comer a la plaza de la Santisima Cruz....
Dani y Arti se quedan en su casa a esperar a que vaya el cerrajero. Menú del día en el único lugar que ya nos daban de comer....primer plato cuscus....
16 horas, llama mi jefa al móvil de SunSun. Le cuento que no puedo entrar en mi casa y que estoy esperando al cerrajero que está al caer, me dice que no pasa nada, que en cuanto pueda vaya. Por un microsegundo...tuve una sensación de libertad..., no tenía nada importante encima y no tenía prisa ya por ir al trabajo. Ummm sweet pleasure...
El cerrajero llama por teléfono a `la casera´ cuando estábamos en los postres..., estaba esperándonos.
`La casera´, supongo que por defecto de profesión (es banquera), me indica que no hable, que ya hablara ella de lo que ha pasado.., intentaría que todo entrara por el seguro... Capito...es tu casa...a mi me da igual tener una llave con tres puntos o una con diez.
Y me recalca que ya me dijo cuando me fui a vivir ahí que no diera portazos porque la cerradura era delicada....
Si ella hubiera podido sentir el torbellino de sangre que en milésimas de segundo hizo que me hirvieran todos los fluidos de mi cuerpo haciendo que éste aumentara de volumen...se hubiera callado; gracias a dios...en estas ocasiones no necesito hablar, por lo visto, mi cara es el reflejo de ese tsunami interior. Y menos mal que es fácil de interpretar mi careto...porque si hablo lo arraso todo (que gran defecto tengo).

SunSun se fue directa al trabajo, así que con una persona menos, eramos tres los que quedábamos en el show...los propietarios del piso y yo. El cerrajero, muy amable él, miró la puerta...le  indiqué esperando ya a que me preguntara por ellas, si quería el juego de llaves para probar otras 3000 veces quien la partía por la mitad para tener un dos por uno; me miró...y me dijo...¿para qué dices que necesito las llaves?
No se como agarró la puerta pero haciendo un solo gesto que duró dos segundos abrió la puerta.
Ni que Lancelots guapos sobre andamios ni que leches....
Estupefacción de nuevo.

viernes, 25 de marzo de 2011

Tengo un librito llamado Pasaporte de Vacunación Internacional, amarillo con letras negras, que es la mar de bonito y manejable, supongo que es, porque está pensado para llevártelo de viaje y meterlo en cualquier sitio y que no moleste ni abulte demasiado. Está pensado para el viajante...
El hecho de que lo tenga, no es porque yo haya estado yendo y viniendo por el mundo (que más quisiera yo...aunque siempre lo esté haciendo facilmente con la imaginación), sino porque debido a varias circunstancias ajenas a mí, el.. ¿destino? o.. ¿azar? hicieron que nunca llegara a coger los vuelos que me iban a llevar a esos países a los que tenía que aterrizar vacunada, y si, digo bien, países.

Mi manejable y no utilizado Pasaporte de Vacunación Internacional, me fue expedido en noviembre del año 2009. Cinco meses antes de marcharme a Gales, Hermes me dejó caer que acudiera a Centroamérica para pasar ahí tres meses, que era donde él estaba entonces, junto a Urano.
Como Hermes siempre que pasaba fronteras y veía algo bonito le gustaba compartirlo, siempre deseaba que yo estuviera con él; así que, pasados varios días de viaje, llegó a la firme convicción de que lo que estaban viendo sus ojos bien merecía un viaje relámpago para que yo estuviera en ese lugar... y así lograr que nuestras pupilas vieran lo mismo, para poder recordar ambos ese momento y almacenarlo en el disco duro de nuestras almas, con acceso directo al escritorio.
El hecho fue que Urano, a pesar de la ayuda que le prestó Zeus (que sin vacilar acumuló una multitud de nubes sobre el cielo de Centroamérica para colapsar el espacio aéreo y atrasar el fluir de los designios divinos), intentó por todos los medios a su alcance, facilitar mi vuelo en España para que pudiera llegar lo antes posible...; parece ser, que Zeus estaba demasiado ocupado en sus luchas encarnizadas contra el dios Cronos, que terminó por vencerlo en ésta ocasión...sin que nada pudieran hacer ni Urano, ni Hermes.

Antes de llegar a este resultado, y habiendo decidido que acudía como un rayo, tuve que prepararme para viajar en cuestión de días. Así que llamé al Centro de Vacunación Internacional donde me dijeron que si tenía que vacunarme ya, y no podía esperar, siempre dejaban X números (no quiso decirme cuantos) para espontáneos que no habían pedido cita y que les había surgido un imprevisto. Para conseguir uno de esos números ya te avisaban que tenías que acudir antes de que abrieran el centro, porque muchos como yo, estarían haciendo fila bien de madrugada....y tenía razón. Si el centro abría a las 8, a las 7, estaba No en la fila...y delante suyo habían cuatro personas más.
Para el que conozca y haya estado en La Ciudad del Viento podrá imaginarse fácilmente el cuerpo que se te queda en noviembre en esta ciudad si estás una hora en la calle...con el cierzo dándote en la cara (y en mi caso, con un par de piedras en los bolsillos, para no acabar en la fila, pero la del centro anatómico forense).

Después de hacer amiguitos en la fila, mientras bailaba la danza de los umpa lumpa, el centro abrió y en fila entramos y nos posicionamos frente al aparador de los números de citación...
A las cuatro personas que estaban delante de mí se les fue asignando una hora para la vacunación en su respectivo papelito de la cita... cuando me tocó a mí, la amable funcionaria me dijo... ya no hay más números, inténtalo mañana... arggg...
Al día siguiente me levanté a las 6 de la mañana y a las 6,30 estaba en la puerta....y si...era la primera!!! ya me daba igual el cierzo, para entonces ya era una danzante experimentada, e incluso averigüé lo fácil que es inventar un idioma mientras te chasquean los dientes y bailas sobre ti mismo.
Me dan el número, tenía que volver tres horas después... no pasa nada, vuelvo again... al volver explícale al médico porque necesitas esas vacunas urgentemente si muchas de ellas necesitan ponerse con un cierto tiempo antes de la partida....`verá....es que Hermes que está ahí...está en ayuda humanitaria... y yo voy como profesora porque ha conseguido hacerme un hueco en la ONG para la que trabaja....´, la cara de perros del médico parece que se destensa...por lo que deduzco que se lo ha tragado cual boquerón en vinagre, aún así se entrecruzan entre él y yo varias frases de las que dejan clarito posturas, traducidas en la práctica, en inyecciones mal puestas.

Salgo del Centro de Vacunación Internacional gloriosa y triunfante...ya pueden venir todos los virus, microbios e insectos asesinos, que vengan como vengan, contra viento y marea, llevo encima la vacuna de la hepatitis A, hepatitis B, la fiebre amarilla, la tifoidea, la triple vírica y el informe para que el médico de cabezera me haga la receta de la profilaxis para la malaria.
Voy al médico de cabecera con todo el papeleo, me visita R2D2 Con Sentimientos, y le digo que necesito la receta para comprar las pastillas de la malaria y como esta más quemado que el cenicero de un bingo, y hace ya más de un lustro que se convirtió en el prototipo (luego patentado) del médico autómata, solo hace lo que le digo porque le da igual todo.... así que ya le pido el kit médico de supervivencia, que me han dicho en el Centro de Vacunación Internacional que debo llevar: un antibiótico, repelente de mosquitos, suero, crema con cortisona, analgésicos etc...etc...etc...
El médico me preguntó que para que me marchaba tanto tiempo, que qué se me había perdido ahí... le dije por primera vez (habría una segunda vez....) que no se me había perdido nada, sencillamente que Centroamérica estaba muy lejos de aquí... me miró y casi se le escapó una lágrima por el ojo derecho...

Lo más urgente, ya estaba hecho, solo faltaba esperar a que el vuelo fuera una realidad, y eso, en esos momentos, lo estaban luchando Hermes y Urano, a golpe de puntos. No pudo ser, pero siempre les estaré agradecida porque.... me hicieron volar igualmente ;))

Cargada de carga anti-todo en mi cuerpecito, deje que ésta se aposentara en él como quisiera, ya que no tuve ni un solo efecto secundario de ninguna de las vacunas y cada día estaba más convencida de que el fin del mundo estaba cada vez más cerca...así que la verdad, que más me da. Ya tengo casillitas rellenitas en mis cuadraditos de mi librito de vacunación amarillito.

La segunda de las ocasiones en las que me ocurrió algo parecido a ésto último, fue cuando, otra vez de improvisto, me apareció un viaje sorpresa a principios de este año. Y es que...yo empiezo a pensar...que estoy hecha para la causa- efecto...
Y es que... hay veces que una cree que las personas dicen las cosas por decir o muchas veces para quedar bien (ya nos veremos, quedamos la semana que viene, luego te llamo, te podrías venir conmigo aquí, te podrías venir allá, que haces el fin de semana podrías subirte conmigo acá que ya sabes que siempre voy etc..) porque luego resulta que el día que contesto un sí, ostras...voy a pensarlo ahora otra vez...¿te importa? jajajjajajaja. No, me encanta.
Sólo que la persona que me lo propuso, El Piraña, no lo decía porque sí, pero si pensó en la posibilidad de hacer efectivo o no ese viaje justo en ese momento, que no era tal vez, el más propicio...quien sabe...

Algo así sucedió en esta segunda ocasión en la que volví a visitar el Centro de Vacunación Internacional y salí con más casillitas rellenitas en mis cuadraditos de mi librito amarillito. Esta vez el cambio de decisión final también fue después de la estampida de agujas.... en la que hubo incluso vacuna bebible para el cólera. y después también, de mi visita a R2D2.  Soy una artista.

Ahora mi padre cada vez que le digo que me marcho a algún sitio, me dice de cachondeo...¿ya te has vacunado?...tiene mi mismo sentido del humor... ;)

jueves, 3 de marzo de 2011

Gladiator era un gran personaje....un hombretón que lidiaba todos los días en el Circo (nunca mejor dicho), llamado Caramelo, en la ciudad del viento. Hoy es su cumpleaños.
Recuerdo cuando entré en el Caramelo..y lo recuerdo con un sabor muy agrio...ácido, diría más bien.. Y es que yo no supe que iba a caer en dicho lugar hasta dos días antes de iniciar el curso; mis padres, no se si con buen o mal criterio, me lo ocultaron hasta esa fecha porque sabían que hiperventilaría durante mucho tiempo... y muchos días...(como así fue),  así que para que empezar antes de hora..

Como no..yo salía de mi gran y querido Instituto Público, en el que me sentía como pez en el agua..clases de nivel, profesores de nivel, cafetería donde se podía fumar (todos), y libertad para decidir sobre a donde dirigir tus propios pasos (tu decidías, tu te comías las consecuencias, es decir, madurabas). Nadie te echaba broncas, si suspendías era tu problema; si no ibas a clase, también. Encontrabas gente diferente a tí, gente original...cada persona era realmente un mundo en ese lugar, todos valíamos la pena. Así de normales pasaron mis tres años de BUP en el Instituto.... hasta que el tercero, decidí no ir.
No porque no quisiera estudiar (que siempre me ha gustado), era porque nada me motivaba, absolutamente nada, o mas bien diría mejor...que habían demasiadas cosas que me desmotivaban. Así que dejé de estudiar y me dediqué a ir al parque a fumar porros (pocos..me daban dolor de cabeza) y montarme un grupo de Doo Wop con SunSun y Noa. Mientras ensayábamos las voces, soñabamos con el estrellato, escribíamos un montón de canciones y nos grabábamos, empezé a lidiar el estrellato que luego brillaría por si solo, jugando al futbolín. También fue el año de otro amor silencioso.. (que malestar.., bueno, me consta que luego se arrepintió de no haberse lanzado a tiempo millones de veces.. parece ser que la historia se repetía.. pero en otra urbe).

Resultado=cates=resultado=encierro=resultado=Caramelo

Sobre el tránsito entre un lugar y otro...no lo recuerdo..y que porqué decidieron mis padres ese lugar...también lo desconozco (tampoco quise saberlo).
Después de mis primeros días llegué a la conclusión que prefería ir a un psiquiátrico... y de que mi lugar no estaba entre conversacíones tipo...¿alguien tiene un jersey que me pegue con los pantalones? es que hoy voy descoordinada...(ruido de vómito.. y doy fe que ese comentario es verídico).
El primer día de clase, llegamos SunSun y yo con nuestras chupas de cuero (compradas con el sudor del ahorro semana tras semana de nuestras pagas), y nos sentamos; nos hicieron
poner a toda la clase en círculos y entonces nos enteramos... los dos primeros días iban a darse las `jornadas de sensibilización...´ creo que la lengua no se me cayó al suelo de milagro.. la estupefacción por el shock creo que paró mi riego cerebral un tiempo... (en fin, esto daría para una entrada aparte y lo que quiero es hablar de Gladiator). Yo solo quería volver al instituto con gente normal, a mi clase de música y seguir aprendiendo a tocar la batería, que sí, me enseñaban en el institutoooo!!!

Gladiator fue mi profesor de Historia y de Filosofía aquellos dos años que estuve en el Caramelo. Gladiator estaba para mojar, y era una realidad, para que negarlo, joven y guapo y todas las alumnas (solo había 6 o 7 chicos) babeaban con él... de hecho, pisabas siempre sobre mojado, y con cuidado de no resbalar.
Me veo en la necesidad de hacer varios matices sobre el hecho de compartir la misma opinión sobre Gladiator que toda esa espantada de palomitas; y es que cuando yo lo vi por primera vez pensé...que exagerada es la gente...este tipo destaca físicamente por la fisonomía comparativa que hay con el resto de profesorado, evidentemente. Con esto no quiero decir, ni negar, que pensara que no era guapo, sino que, si, es guapo, ¿¿y qué?? hay millones de tios guapos en el mundo...
Pero empezaron las clases...y a medida que nos iba dando clase más me gustaba la clase...y es que sabía tanto...que empezé a tener esa sensación de...Gladiator da la clase para mí; no sabía muy bien que quería decir exactamente esa sensación, supongo que admiración...motivación... el hecho es que si ya de por sí sacaba buenas notas (salvo en matemáticas, que siempre pencaba..al año siguiente, en COU, con letras puras, las desterré ya para siempre de mi vida), jamás me consentí un solo notable en Historia o en Filosofía, tenía que sacar sobresaliente, no podía quedar mal delante de Gladiator, que parecía tener los músculos de la cara curtidos de tanto encanto que emanaba con todo el mundo.
De este último hecho, quedó prueba constatada, un día que mi madre fué a hablar con él por primera vez y al volver a casa habían cambiado a mi madre; mi madre estaba transformada, de hecho irradiaba encanto por todos lados...(mi madre!!) y es que hasta tal punto llegaba el encandilamiento que producía el encanto que repartía Gladiator, que mi madre lo quería poco menos de yerno...si, si, de yerno... y Gladiator para aqui y Gladiator para ahi todo el día...

El caso es que Gladiator iba siempre con su sombra, pero no una sombra normal, sino una sombra de buitres que se arañaban entre ellas diplomáticamente y con un estilo cool de finura hipócrita propios de las clases más forjadas y trabajadas.
Entre ellas destacaba la Palomina, la más de la más; y no lo digo porque destacara por un talento en particular que hiciera que el resto la apreciara o admirara, sino que lo único que tenía era un delantera como la que tiene nuestra selección...y ella que sabía contonearse mejor que nadie y aplastar a las demás como si estuviera bailando ballet delante de un público selecto, maquinaba tácticas que bien podría haber explotado Eugenio con su `sabeu aquell que diu...´.
La Palomina se colocaba las sandías, se bajaba un poco más el jersey de escote picudo para marcar un canal en el que se hubiera ahogado cualquiera, se levantaba del pupitre con la excusa de tener que ir a la mesa de Gladiator porque no entendía algo, meneaba su cabellera de hiena y con su sonrisa de mona lisa flexionaba la mitad de su cuerpo en la mesa del profesor...hasta la altura de apoyar sus gracias en aquella superficie, para que el propio Gladietor ¿para que el pobre Gladietor que? no lo se.

Solo se que Gladiator con su encanto arrollador me acompañó a la Facultad de Filosofía y Letras antes de matricularme en _______, y la Palomina jamás lo supo, que gran desperdicio de información..

¿Qué será ahora de la Palomina?

Gladiator, felicidades!!!!.
No cambies nunca tu encanto y sigue lidiando como puedas esa sombra de babas que siempre te acompaña..;)
 

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