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jueves, 21 de abril de 2011

No se si es algo común al resto de los mortales lo que a mi me viene a suceder en ocasiones... no voy a decir que habitualmente, pero si lo justo como para escribir una entrada con las situaciones que me sobrevienen por las mañanas...

Me estoy refiriendo al despertar sin despertar. A levantarse aún en sueños, en ese estado en el que como autómatas empezamos a movernos por inercia o por la costumbre ya incrustada en el tuétano de los huesos y en la elasticidad de los músculos, que hacen que se mueva el cuerpo sin necesidad de que sea por una respuesta cerebral coherente ni por una voluntad decidida.
Si, hay veces que parezco un zombi, salvo por el hecho de no ir con los brazos extendidos hacia adelante...por lo demás... igual de blanca por las mañanas, igual de enmarañado el cabello, y con unas legañas del tamaño de una moneda de 10 céntimos en cada ojo... Pero la cuestión real no es esa..es decir, eso no es lo curioso, puesto que la mayoría de nosotros nos levantamos así; lo realmente llamativo es en aquellas ocasiones en las que una se levanta sin estar en este mundo...dando los últimos coletazos oníricos en ese afán por alargar o agarrarse al dulce placer del disfrute en otro mundo pasajero.

Por lo tanto no es de extrañar que parezca un muerto viviente y me ocurran cosas como meterme en la ducha y salir de ella creyendo que me he lavado el pelo, porque me lo he mojado y frotado, y resulta que cuando lo estoy ya secando con el secador...está igual de sucio que antes...si, se me ha olvidado ponerme el champú; o colocar las cosas más extrañas en el microondas creyendo que es el café con leche...y es la taza vacía o  la cuchara, o el tarro del café soluble; o quitarme el pijama y a la hora de vestirme para salir a la calle volvérmelo a poner pensando que es la ropa de calle... o salir a la calle en zapatillas de ir por casa porque se me han olvidado ponerme los zapatos.. (menos mal que me doy cuenta en las escaleras..); e incluso tener la regla y olvidarme de ponerme algo..(eso ya es muy fuerte..solo me ha ocurrido una vez..menos mal que tengo la casa en el bolso desde que no tengo casa jeje).
Si, como podéis comprobar el día que buceo por el mundo de los sueños...tardo rato en salir de él. También tengo que decir que me ocurre no en muchas ocasiones...puesto que a mi mas bien me cuesta dormir, y no digamos dormir bien....eso es un lujo.
Suelo tener pesadillas que a temporadas son recurrentes y en ocasiones son aleatorias; y sueño cosas de lo más extraño, supongo que como todos...En ocasiones he pensado en escribirlas al despertarme pero cuando me pongo frente al papel pienso que es demasiado complicado transmitir en toda su dimensión fantástica todo lo que acabo de vivir en los sueños.

Como ya sabéis, porque lo he comentado en muchas ocasiones, me encanta soñar, tanto dormida como despierta, me encanta de verdad... la mente se transporta donde realmente me gustaría que estuviera y así conozco en sueños los mundos en los que me gustaría estar y conversaciones con gente que me gustaría tener y pisar donde no hay suelo y hacer cosas increíbles; tener superpoderes (me encantan las pelis de superhéroes de cómic), tener otras vidas, otras oportunidades. Supongo que por todo esto me encantó Origen de Christopher Nolan, así son un poco en muchas ocasiones mis sueños...esa realidad transformada como el subconsciente quiere (en ocasiones porque hemos trabajado el consciente antes de dormir o soñando despiertos; pero en otras porque los sueños, sueños son, y en ellos cabe lo imprevisible, lo improvisado, lo que no estaba planeado).
El día que no sueñe, creerme, no viviré.

Dejando a un lado mi voluntad en querer transmitiros lo que disfruto con el sueño y lo que me molesta por tanto, el insomnio; ese acompañante mío que desde pequeña ha sido mi amigo invisible; quería poner énfasis justo en el momento de tránsito que se produce entre el sueño y el despertar, que para algunos es instantáneo siempre y para otros solo en ocasiones.
He comentado esto alguna vez con mis familiares y amigos, y a pesar de que se, por ejemplo, que a mi hermana SunSun (porque lo he visto en primera persona) le ocurren cosas como las que me ocurren a mi; mi hermana Crudins no puedo tenerla en consideración, porque fue sonámbula hasta bien mayor (menos mal que ya pasó..porque montaba cada show...); pero no era una sonámbula de sueño placentero...soñaba que siempre nos agredian, a SunSun y a mi (siempre lo mismo y sólo con nosotras dos), por lo tanto era curioso ver lo que hacia  y lo que decía, mirándote con esos ojos grandes estando dormida. Le costaba mucho despertarse estando sonámbula, y aunque la zarandeabas... acabamos por meterla bajo el agua de la ducha, aprovechando que siempre se metía en la bañera gritando.
Me consoló saber que hay gente que hace las cosas más peculiares en ese proceso de tránsito y que no soy la única que a veces se mete el peine en la boca para lavarse los dientes ...

En conclusión....hay veces que parezco Beetlejuice (personaje que adoro desde mi infancia), un muerto muy vivo, igual de cachondo y con las mismas pintas al amanecer, viviendo dentro de una maqueta.



                              

sábado, 16 de abril de 2011

Ya es sabido por todos aquellos que me conocen bien, las veces que suelo chocarme con todo y darme golpetazos con todas las esquinas. El resultado siempre es el mismo.... moretón; no tengo las piernas de una modelo precisamente...más bien parecen las de un dálmata (mi operación bikini de todas las primaveras, consiste en procurar ir con cuidado durante una temporada para que mis piernas puedan destaparse sin que parezcan psicodélicas).
A veces es porque voy despistada, otras veces porque tengo mala suerte (y no es un pretexto, es verdad, a veces me siento y sencillamente al meter la silla hacía dentro, resulta que había una pata o una bandeja para colocar cosas que yo no sabía y que por supuesto no iba a perder el tiempo en comprobar antes de sentarme..); pero la mayoría de las veces es porque voy deprisa, si eso es, voy con ansia por los habitáculos sin darme cuenta, en mi afán por hacer las cosas rápido y bien.

Una de estas gloriosas ocasiones de infortunio sucedió un domingo hace ya algunos años cuando bajaba de mi hogar en La Casa del Ruido hacia la calle. Como ya sabéis, yo vivía en un segundo con principal, es decir, para subir o bajar tenia que dar tres círculos de escaleras, ya que no había ascensor.
Aún con resaca de la noche anterior, me arreglé un poco para apurar el fin de semana y bajar a tomar unas cervezuelas a la Bachata Aburrida y charrar un rato con Lebiram (que le tocaba trabajar ese domingo sola).

Sunsun siempre en la parte del sofá que sirve para estirarse (en estos sofás que desde hace unos años hacen con una parte para sentarse y una de las esquinas alargadas para estirarse), que ya tenía hecha la forma de su cuerpo y encajaba pues a la perfección en él, no quiso bajar conmigo (no es mucho de bares..y menos de bares de Melrose Place) supongo que, porque hubiera necesitado un pico de escalada para salir de ahí y eso suponía dejar el bol de kellog´s de entre sus manos (¡¡¡algo impensable!!).
Así, que como no, baje sola al bar, como muchas otras veces (era algo que por otro lado solía hacer y que llamaba mucho la atención del personal...aun sigo sin saber porque; supongo que por un tema tal vez, machista o retrógrado...tanto por parte de hombres como de mujeres; pero a ciencia cierta...sigo sin saber el porqué). Sabía que era algo que mi público de Melrose Place comentaba y que la verdad, siempre me hizo gracia por dentro...
....cuanta gente sola siempre acompañada....

Total, que sobre las 20,15 de la tarde-noche cogí la basura de mi casa para de camino al bar, tirarla en el cubo de la basura, antes de que el camión pasara a las 12 de la noche, como todas las noches, como oíamos todo el barrio.
Esta vez sí agarré el bolso (que siempre me pesa una tonelada...) y me lo coloqué en el brazo derecho, con la mano izquierda cogí la bolsa de basura y en la mano derecha llevaba las llaves para cerrar la puerta con ellas y no pegar un portazo en pro de no arriesgarme a dañar la delicada cerradura de mi casa-tonel... Todo iba sobre ruedas, porqué no iba a ir, en un quehacer tan doméstico y cotidiano como bajar unas escaleras con algo en cada mano.
Las escaleras de La Casa del Ruido eran las típicas escaleras de las casas que tienen dos siglos... es decir, a niveles distintos de alturas según los arreglos sucesivos que ha ido sufriendo el edificio; como la que toda la vida ha  preferido ponerse una crema antiarrugas y con 70 años sigue pensando que así las grietas descansarán mejor sobre la tierra cansada, que pasar por un quirófano y reestructurar todas las escaleras. Es parte del encanto de estos edificios, las diferencias, sus peculiaridades...huellas de historia reciente...que a nadie se le va a ocurrir jamás cambiar en su esencia, como a mi me gusta que así sea.
Yo, como todos mis vecinos sabíamos perfectamente donde lloraban las grietas del edificio y donde había que prestar más atención; sabíamos si en el principal podíamos subir o bajar las escaleras de dos en dos y pensábamos cuando nos íbamos a arriesgar a hacerlo de tres en tres... o qué escalera no había que pisar nunca porque el zócalo sobre piedra que estaba roto y levantado, era el refugio y hogar de una encantadora familia de salamanquesas que por supuesto, tenían el mismo derecho a disfrutar de la autenticidad del lugar que los demás. Me encantaba. Me encantaba el espacio común de La Casa del Ruido, todo menos su espejo, sí, aquel puesto a mala... en la entrada y que evidentemente se puso en una época en la que los vecinos de aquel lugar dejaron de ir al campo para ir a otros lugares..

Bien, como iba diciendo...tal y como había colocado mis objetos personales sobre mi, para bajar a la calle, volví a hacer algo en lo que siempre suelo errar...sentirme apresurada por llegar tarde.. en el horario que yo me había establecido en mi cabeza para llegar al bar. Así que bajé deprisa, corriendo y el gran fallo...a oscuras (no por mi culpa).
Y es que resulta que en la Casa del Ruido era habitual, que si doña Ramona quería ahorrar en luz aquel mes, cortaba la luz de los rellanos y escalera durante el día (la instalación de la luz en el edificio era del año 2 a.c...y dan fe los electricistas que acudían que no daban crédito al espectáculo de cableado y cajetines...), y solo la encendía por las noches.... A veces sencillamente se olvidaba de conectarla a media tarde, como ocurrió en ésta ocasión...imaginándomela yo, rezando en su altar personalizado del salón de su casa, a Don Faustino, y dándole gracias a nuestro señor por mantenerla cuerda y en esa comunidad para salvaguardarnos a todos la buena moral y los buenos valores que manda Dios e interrumpen los Orgasmus...
Era la líder de la mejor cruzada contemporánea...riete de la Orden de los Caballeros de San Juan.

De esta guisa, cuando di el último giro de escaleras y ya me quedaba el último tramo por bajar de la manera más apresurada pero feliz, resbalé.
Resbalé por culpa de mis sandalias negras y mi mala suerte. Y es que las suelas de mis sandalias negras, resbalan sin necesitar nada que les haga resbalar, algo que al contacto con ellas las haga vengarse de su vida diaria... ellas se vengaban cuando les daba la gana, arbitrariamente.
Bajando deprisa debieron de pensar que de qué iba yo creyéndome una amazonas invencible. Así que al pisar un escalón la sandalia derecha se fue de vacaciones establecidas por convenio y el azar que podía haber hecho que cayera para adelante o para atrás, decidió que cayera para adelante...
La ostia consagrada se oyó por toda La Casa del Ruido y ningún vecino salió (nos daba igual si moría el de arriba o el de abajo, ya nos enteraríamos por el olor) más que SunSun, que creyó que me había matado. El Exprimidor de Limones lo oyó pero no pensó en ningún momento que tal estruendo pudiera provenir de la caída de un ser humano, creyó que a alguien que bajaba o subía se le habría caído lo que estuviera cargando encima.
La barandilla que era toda de forja oxidada de por lo menos 100 años antes, se tomó mi mano de pincho de mediatarde, y así se me abrió una grieta en la mano y se me rompió el escafoides (hueso de la muñeca). La bolsa de basura llegó al contenedor sola... y las llaves que además llevaban un pen drive en el llavero, cayeron al pozo del agujero de La Casa del Ruido, aquel lugar donde nadie jamás quería bajar, pero que yo ya conocía... El otro brazo inmediatamente reaccionó para preservar cualquier golpe en mi cabeza, después de soltar la bolsa de basura, y di cuatro vueltas de albóndiga rebozada en pan rallado, antes de ser colocada en la sartén hospitalaria. Le dije a SunSun que estaba bien, que podía andar, que me iba al bar...SunSun estupefacta no dijo nada...bajé a los calabozos a por mis llaves...el pen no lo conseguí encontrar (sin una linterna ahí estas perdida...), así que el que lo encuentre le encantara lo que hay dentro... dejé encajada la bolsa de basura que tenia prisa por pasar a otra vida mejor, y me dirigí a la Bachata Aburrida.

Entré, y me encontré a Lebiram trabajando y en el lugar de los barreros, a Hermes, al Ambulanciero y a un par más de personas que no recuerdo... inmediatamente con gracia y salero conté el ostión que me había servido para querer agarrar una cerveza bien agusto.
Hermes...que para entonces tenía calidad de conocido con ganas de hacer carrera, y así pasar a la historia para fundar juntos la Noleida, me examinó la mano...y me dijo que debería ir al hospital...pufff...no...primero chervechita fría...esto no es nada, una herida normal, a curar y punto.
Hermes y el Ambulanciero, tras hacer un par de bromas de mi infortunio, los tres cerveza en mano, el primero insistió en que debía acudir al hospital y el otro se ofreció a llevarme...en moto.

Al final...valeeeeee vamos... Creí que el Ambulanciero iba a subirme a una moto cafe racer, como las que me gustan, pero ya sabéis que mi imaginación va muchas veces más deprisa que mi razón...jejejejje. Era una vespino, sucedáneo de Vespa.
Vaya...¿qué dices que me tengo que agarrar? ¿con cuál de las manos? con la buena...vale...ponte este casco...es grande...pero ajustado un poco así...yo creo que te vale...vale...
Me subo. El hospital estaba al otro lado de la ciudad...y todo el trayecto fue de maravilla salvo por un pequeño detalle...cada vez que el Ambulanciero frenaba mi casco se daba un golpetazo con el suyo y no podía controlar eso de ninguna de las maneras porque mi única mano sana le agarraba a él, para no caerme de la moto y hacer croquetas de la carne que sobra de  hacer canelones. No puedo aseverarlo con exactitud, pero igual me di 20 leches en la cabeza antes de llegar al hospital...y otras 20 antes de volver al Bachata. Resultado hospitalario = antiflamatorio y analgésicos y no se ve rotura en principio, pero estos huesos...ya se sabe....hasta dentro de unos días...son tan pequeños que no podría decirte con exactitud si tienes alguna rotura... médicos...medicina...

Cuatro días después me encontré a Hermes de oferta por la calle y fue el que me dijo que volviera al hospital que eso tenía muy mala pinta... le hice caso y salí escayolada. Aprovechó para apostar conmigo si me pondrían o no escayola... ganó él. Ya digo yo que su marketing es muy bueno....;)

Fue el mejor mes de baja que he tenido en mi vida. Salir y salir, leer, bailar, beber, gritar, reír y escuchar.
Redescubriendo, en esos meses que siguieron, el inicio de una primavera interna y los albores de un verano nuevo que la vida (que me daba la oportunidad de cambiar de estación) me ponía enfrente; para sumirme en un acantilado de coqueterias con un olor a almendro en flor, que es una de las flores que más me gustan.
Gracias Hermes.
  

jueves, 3 de marzo de 2011

Gladiator era un gran personaje....un hombretón que lidiaba todos los días en el Circo (nunca mejor dicho), llamado Caramelo, en la ciudad del viento. Hoy es su cumpleaños.
Recuerdo cuando entré en el Caramelo..y lo recuerdo con un sabor muy agrio...ácido, diría más bien.. Y es que yo no supe que iba a caer en dicho lugar hasta dos días antes de iniciar el curso; mis padres, no se si con buen o mal criterio, me lo ocultaron hasta esa fecha porque sabían que hiperventilaría durante mucho tiempo... y muchos días...(como así fue),  así que para que empezar antes de hora..

Como no..yo salía de mi gran y querido Instituto Público, en el que me sentía como pez en el agua..clases de nivel, profesores de nivel, cafetería donde se podía fumar (todos), y libertad para decidir sobre a donde dirigir tus propios pasos (tu decidías, tu te comías las consecuencias, es decir, madurabas). Nadie te echaba broncas, si suspendías era tu problema; si no ibas a clase, también. Encontrabas gente diferente a tí, gente original...cada persona era realmente un mundo en ese lugar, todos valíamos la pena. Así de normales pasaron mis tres años de BUP en el Instituto.... hasta que el tercero, decidí no ir.
No porque no quisiera estudiar (que siempre me ha gustado), era porque nada me motivaba, absolutamente nada, o mas bien diría mejor...que habían demasiadas cosas que me desmotivaban. Así que dejé de estudiar y me dediqué a ir al parque a fumar porros (pocos..me daban dolor de cabeza) y montarme un grupo de Doo Wop con SunSun y Noa. Mientras ensayábamos las voces, soñabamos con el estrellato, escribíamos un montón de canciones y nos grabábamos, empezé a lidiar el estrellato que luego brillaría por si solo, jugando al futbolín. También fue el año de otro amor silencioso.. (que malestar.., bueno, me consta que luego se arrepintió de no haberse lanzado a tiempo millones de veces.. parece ser que la historia se repetía.. pero en otra urbe).

Resultado=cates=resultado=encierro=resultado=Caramelo

Sobre el tránsito entre un lugar y otro...no lo recuerdo..y que porqué decidieron mis padres ese lugar...también lo desconozco (tampoco quise saberlo).
Después de mis primeros días llegué a la conclusión que prefería ir a un psiquiátrico... y de que mi lugar no estaba entre conversacíones tipo...¿alguien tiene un jersey que me pegue con los pantalones? es que hoy voy descoordinada...(ruido de vómito.. y doy fe que ese comentario es verídico).
El primer día de clase, llegamos SunSun y yo con nuestras chupas de cuero (compradas con el sudor del ahorro semana tras semana de nuestras pagas), y nos sentamos; nos hicieron
poner a toda la clase en círculos y entonces nos enteramos... los dos primeros días iban a darse las `jornadas de sensibilización...´ creo que la lengua no se me cayó al suelo de milagro.. la estupefacción por el shock creo que paró mi riego cerebral un tiempo... (en fin, esto daría para una entrada aparte y lo que quiero es hablar de Gladiator). Yo solo quería volver al instituto con gente normal, a mi clase de música y seguir aprendiendo a tocar la batería, que sí, me enseñaban en el institutoooo!!!

Gladiator fue mi profesor de Historia y de Filosofía aquellos dos años que estuve en el Caramelo. Gladiator estaba para mojar, y era una realidad, para que negarlo, joven y guapo y todas las alumnas (solo había 6 o 7 chicos) babeaban con él... de hecho, pisabas siempre sobre mojado, y con cuidado de no resbalar.
Me veo en la necesidad de hacer varios matices sobre el hecho de compartir la misma opinión sobre Gladiator que toda esa espantada de palomitas; y es que cuando yo lo vi por primera vez pensé...que exagerada es la gente...este tipo destaca físicamente por la fisonomía comparativa que hay con el resto de profesorado, evidentemente. Con esto no quiero decir, ni negar, que pensara que no era guapo, sino que, si, es guapo, ¿¿y qué?? hay millones de tios guapos en el mundo...
Pero empezaron las clases...y a medida que nos iba dando clase más me gustaba la clase...y es que sabía tanto...que empezé a tener esa sensación de...Gladiator da la clase para mí; no sabía muy bien que quería decir exactamente esa sensación, supongo que admiración...motivación... el hecho es que si ya de por sí sacaba buenas notas (salvo en matemáticas, que siempre pencaba..al año siguiente, en COU, con letras puras, las desterré ya para siempre de mi vida), jamás me consentí un solo notable en Historia o en Filosofía, tenía que sacar sobresaliente, no podía quedar mal delante de Gladiator, que parecía tener los músculos de la cara curtidos de tanto encanto que emanaba con todo el mundo.
De este último hecho, quedó prueba constatada, un día que mi madre fué a hablar con él por primera vez y al volver a casa habían cambiado a mi madre; mi madre estaba transformada, de hecho irradiaba encanto por todos lados...(mi madre!!) y es que hasta tal punto llegaba el encandilamiento que producía el encanto que repartía Gladiator, que mi madre lo quería poco menos de yerno...si, si, de yerno... y Gladiator para aqui y Gladiator para ahi todo el día...

El caso es que Gladiator iba siempre con su sombra, pero no una sombra normal, sino una sombra de buitres que se arañaban entre ellas diplomáticamente y con un estilo cool de finura hipócrita propios de las clases más forjadas y trabajadas.
Entre ellas destacaba la Palomina, la más de la más; y no lo digo porque destacara por un talento en particular que hiciera que el resto la apreciara o admirara, sino que lo único que tenía era un delantera como la que tiene nuestra selección...y ella que sabía contonearse mejor que nadie y aplastar a las demás como si estuviera bailando ballet delante de un público selecto, maquinaba tácticas que bien podría haber explotado Eugenio con su `sabeu aquell que diu...´.
La Palomina se colocaba las sandías, se bajaba un poco más el jersey de escote picudo para marcar un canal en el que se hubiera ahogado cualquiera, se levantaba del pupitre con la excusa de tener que ir a la mesa de Gladiator porque no entendía algo, meneaba su cabellera de hiena y con su sonrisa de mona lisa flexionaba la mitad de su cuerpo en la mesa del profesor...hasta la altura de apoyar sus gracias en aquella superficie, para que el propio Gladietor ¿para que el pobre Gladietor que? no lo se.

Solo se que Gladiator con su encanto arrollador me acompañó a la Facultad de Filosofía y Letras antes de matricularme en _______, y la Palomina jamás lo supo, que gran desperdicio de información..

¿Qué será ahora de la Palomina?

Gladiator, felicidades!!!!.
No cambies nunca tu encanto y sigue lidiando como puedas esa sombra de babas que siempre te acompaña..;)

miércoles, 2 de marzo de 2011

Ayer fue un día muy estimulante...
Sin lugar a dudas el hecho que más causó ese estímulo fue la visita al Teatro Principal.
Sobra decir, para los que ya hayáis estado, lo maravilloso que es este teatro; pero es que tener la oportunidad de visitarlo desnudo y examinarlo poco a poco y zona por zona, fue un absoluto privilegio causante de que saliera después a la calle entusiasmada y encima de una nube, soñando por un momento en que lo que más me gustaría en el mundo es poder estar delante de un público inmenso (poniendo a Dios por testigo de empezar a practicar el arte de la interpretación sin esperar un día más).

Hoy, un día después, sigo con ese entusiamo que me inspiró por una hora el ser protagonista mentalmente de un sin fin de personajes y disfraces, que interpretaba como toda una artista, mientras mi público me ovacionada al final; hoy, sin embargo, como decía...sigo entusiasmada pero en la tierra, sabiendo que mi mayor interpretación, como mucho, lograré hacerla en la vida diaria, sino la he hecho ya..., y ya veremos sin con éxito o no...    
Y es que mi gusto por este arte me viene ya de pequeña.... Supongo que los que sean de familia numerosa de las de antes, me entenderán perfectamente, puesto que el hecho de tener siempre a tu disposición un espectro amplio de hermanos para jugar, hace que te sobre todo lo demás, hasta los juguetes, que en casos como los de mi familia, eran pocos y buenos. Así que Sunsun, Crudins y yo, ya desde nuestra mas tierna infancia, ahi en la tierra donde nacimos llamada Ilerda, haciamos nuestros pinitos teatrales domésticos (hay que decir que Crudins siempre fue un personaje eternamente utilizado por SunSun y yo, para llevar a cabo la manifestación de nuestros talentos...así, la pobre, tan pronto era disfrazada y colocada de árbol, como de pajarito, como de alumna con dos profesoras que le ponían deberes, como de telespectadora de noticias retrasmitidas desde unos estudios de televisión, como cliente de nuestra farmacia etc....). Como veis, nuestros sueños de pequeñas sobre qué queriamos ser de mayores divergian entre farmaceútica, periodista, profesora y artista. No esta nada mal... lo pasabamos en grande.



La metodología que seguíamos, teniendo en cuenta, que no habíamos ido nunca al teatro, era más o menos parecida a la actual. Lo primero que hacíamos SunSun y yo era escribir un guión partiendo de la base de los recursos materiales que ibas a necesitar y de los que disponíamos realmente. A partir de ahi, escribíamos juntas una historia teatral con tres personajes que interpretan y muchos otros que eran decoración; metíamos incluso canciones y hacíamos obras con cierto aire de musical (a lo cutre, claro); estudiábamos cómo conseguir efectos, por ejemplo, utilizábamos bicarbonato mezclado con agua cuando la bruja hacía pócimas etc... . Evidentemente, también nos hacíamos nosotras los disfraces y elaborábamos unos panfletillos a modo de programación y publicidad con la hora y fecha prevista del evento. Montábamos el decorado, poníamos siempre una silla por miembro familiar no participante en la obra, que nunca se llenaban, salvo por mi santa madre que terminaba tragándose al principio, todas las obras enteras (hasta que un día dijo...ahí os quedais, tengo cosas mejores que hacer...jajaja), y representabamos la obra. Al principio en primicia para mi madre, luego para un público ficticio. Aun recuerdo algunas obras...y me echo a reir.
Son unos de los mejores recuerdos que tengo de la infancia.
Para el que quiera saber sobre el Teatro Principal que lea a Amparo Martínez Herranz.

 

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