jueves, 21 de abril de 2011

No se si es algo común al resto de los mortales lo que a mi me viene a suceder en ocasiones... no voy a decir que habitualmente, pero si lo justo como para escribir una entrada con las situaciones que me sobrevienen por las mañanas...

Me estoy refiriendo al despertar sin despertar. A levantarse aún en sueños, en ese estado en el que como autómatas empezamos a movernos por inercia o por la costumbre ya incrustada en el tuétano de los huesos y en la elasticidad de los músculos, que hacen que se mueva el cuerpo sin necesidad de que sea por una respuesta cerebral coherente ni por una voluntad decidida.
Si, hay veces que parezco un zombi, salvo por el hecho de no ir con los brazos extendidos hacia adelante...por lo demás... igual de blanca por las mañanas, igual de enmarañado el cabello, y con unas legañas del tamaño de una moneda de 10 céntimos en cada ojo... Pero la cuestión real no es esa..es decir, eso no es lo curioso, puesto que la mayoría de nosotros nos levantamos así; lo realmente llamativo es en aquellas ocasiones en las que una se levanta sin estar en este mundo...dando los últimos coletazos oníricos en ese afán por alargar o agarrarse al dulce placer del disfrute en otro mundo pasajero.

Por lo tanto no es de extrañar que parezca un muerto viviente y me ocurran cosas como meterme en la ducha y salir de ella creyendo que me he lavado el pelo, porque me lo he mojado y frotado, y resulta que cuando lo estoy ya secando con el secador...está igual de sucio que antes...si, se me ha olvidado ponerme el champú; o colocar las cosas más extrañas en el microondas creyendo que es el café con leche...y es la taza vacía o  la cuchara, o el tarro del café soluble; o quitarme el pijama y a la hora de vestirme para salir a la calle volvérmelo a poner pensando que es la ropa de calle... o salir a la calle en zapatillas de ir por casa porque se me han olvidado ponerme los zapatos.. (menos mal que me doy cuenta en las escaleras..); e incluso tener la regla y olvidarme de ponerme algo..(eso ya es muy fuerte..solo me ha ocurrido una vez..menos mal que tengo la casa en el bolso desde que no tengo casa jeje).
Si, como podéis comprobar el día que buceo por el mundo de los sueños...tardo rato en salir de él. También tengo que decir que me ocurre no en muchas ocasiones...puesto que a mi mas bien me cuesta dormir, y no digamos dormir bien....eso es un lujo.
Suelo tener pesadillas que a temporadas son recurrentes y en ocasiones son aleatorias; y sueño cosas de lo más extraño, supongo que como todos...En ocasiones he pensado en escribirlas al despertarme pero cuando me pongo frente al papel pienso que es demasiado complicado transmitir en toda su dimensión fantástica todo lo que acabo de vivir en los sueños.

Como ya sabéis, porque lo he comentado en muchas ocasiones, me encanta soñar, tanto dormida como despierta, me encanta de verdad... la mente se transporta donde realmente me gustaría que estuviera y así conozco en sueños los mundos en los que me gustaría estar y conversaciones con gente que me gustaría tener y pisar donde no hay suelo y hacer cosas increíbles; tener superpoderes (me encantan las pelis de superhéroes de cómic), tener otras vidas, otras oportunidades. Supongo que por todo esto me encantó Origen de Christopher Nolan, así son un poco en muchas ocasiones mis sueños...esa realidad transformada como el subconsciente quiere (en ocasiones porque hemos trabajado el consciente antes de dormir o soñando despiertos; pero en otras porque los sueños, sueños son, y en ellos cabe lo imprevisible, lo improvisado, lo que no estaba planeado).
El día que no sueñe, creerme, no viviré.

Dejando a un lado mi voluntad en querer transmitiros lo que disfruto con el sueño y lo que me molesta por tanto, el insomnio; ese acompañante mío que desde pequeña ha sido mi amigo invisible; quería poner énfasis justo en el momento de tránsito que se produce entre el sueño y el despertar, que para algunos es instantáneo siempre y para otros solo en ocasiones.
He comentado esto alguna vez con mis familiares y amigos, y a pesar de que se, por ejemplo, que a mi hermana SunSun (porque lo he visto en primera persona) le ocurren cosas como las que me ocurren a mi; mi hermana Crudins no puedo tenerla en consideración, porque fue sonámbula hasta bien mayor (menos mal que ya pasó..porque montaba cada show...); pero no era una sonámbula de sueño placentero...soñaba que siempre nos agredian, a SunSun y a mi (siempre lo mismo y sólo con nosotras dos), por lo tanto era curioso ver lo que hacia  y lo que decía, mirándote con esos ojos grandes estando dormida. Le costaba mucho despertarse estando sonámbula, y aunque la zarandeabas... acabamos por meterla bajo el agua de la ducha, aprovechando que siempre se metía en la bañera gritando.
Me consoló saber que hay gente que hace las cosas más peculiares en ese proceso de tránsito y que no soy la única que a veces se mete el peine en la boca para lavarse los dientes ...

En conclusión....hay veces que parezco Beetlejuice (personaje que adoro desde mi infancia), un muerto muy vivo, igual de cachondo y con las mismas pintas al amanecer, viviendo dentro de una maqueta.



                              

miércoles, 20 de abril de 2011

No hace falta que digais nada....y es que ya se que no os va a gustar esta entrada y que soy una pesada, pero es que si..... Charlie Feathers vuelve a ser  de nuevo, uno de los artistas seleccionados por Tarantino para la segunda parte de Kill Bill.

La venganza de "La Novia" se sirve fría y madurada, y Tarantino en la música que selecciona para que el espectador se imbuya en esa sed de justicia compartida que nos hace estar al lado de Uma Thurman (en este desenlace vengativo en el que solo dos quedan por aniquilar), se aprecia un cambio musical respecto a la primera parte con tintes mas épicos y menos dinámicos; en ésta canción de Charlie Feathers también se respira este ambiente.

«Parecía que estaba muerta ¿verdad? (...) He matado a un puto montón de gente para llegar hasta aquí y ahora sólo me queda uno más. El último. Ése hacia el cual ahora conduzco. Y cuando llegue a mi destino... voy a matar a Bill».



Un consejo para escuchar esta canción...hacerlo con el volumen alto....
Can´t Hardly Stand It....¡disfrutadla!..



sábado, 16 de abril de 2011

Ya es sabido por todos aquellos que me conocen bien, las veces que suelo chocarme con todo y darme golpetazos con todas las esquinas. El resultado siempre es el mismo.... moretón; no tengo las piernas de una modelo precisamente...más bien parecen las de un dálmata (mi operación bikini de todas las primaveras, consiste en procurar ir con cuidado durante una temporada para que mis piernas puedan destaparse sin que parezcan psicodélicas).
A veces es porque voy despistada, otras veces porque tengo mala suerte (y no es un pretexto, es verdad, a veces me siento y sencillamente al meter la silla hacía dentro, resulta que había una pata o una bandeja para colocar cosas que yo no sabía y que por supuesto no iba a perder el tiempo en comprobar antes de sentarme..); pero la mayoría de las veces es porque voy deprisa, si eso es, voy con ansia por los habitáculos sin darme cuenta, en mi afán por hacer las cosas rápido y bien.

Una de estas gloriosas ocasiones de infortunio sucedió un domingo hace ya algunos años cuando bajaba de mi hogar en La Casa del Ruido hacia la calle. Como ya sabéis, yo vivía en un segundo con principal, es decir, para subir o bajar tenia que dar tres círculos de escaleras, ya que no había ascensor.
Aún con resaca de la noche anterior, me arreglé un poco para apurar el fin de semana y bajar a tomar unas cervezuelas a la Bachata Aburrida y charrar un rato con Lebiram (que le tocaba trabajar ese domingo sola).

Sunsun siempre en la parte del sofá que sirve para estirarse (en estos sofás que desde hace unos años hacen con una parte para sentarse y una de las esquinas alargadas para estirarse), que ya tenía hecha la forma de su cuerpo y encajaba pues a la perfección en él, no quiso bajar conmigo (no es mucho de bares..y menos de bares de Melrose Place) supongo que, porque hubiera necesitado un pico de escalada para salir de ahí y eso suponía dejar el bol de kellog´s de entre sus manos (¡¡¡algo impensable!!).
Así, que como no, baje sola al bar, como muchas otras veces (era algo que por otro lado solía hacer y que llamaba mucho la atención del personal...aun sigo sin saber porque; supongo que por un tema tal vez, machista o retrógrado...tanto por parte de hombres como de mujeres; pero a ciencia cierta...sigo sin saber el porqué). Sabía que era algo que mi público de Melrose Place comentaba y que la verdad, siempre me hizo gracia por dentro...
....cuanta gente sola siempre acompañada....

Total, que sobre las 20,15 de la tarde-noche cogí la basura de mi casa para de camino al bar, tirarla en el cubo de la basura, antes de que el camión pasara a las 12 de la noche, como todas las noches, como oíamos todo el barrio.
Esta vez sí agarré el bolso (que siempre me pesa una tonelada...) y me lo coloqué en el brazo derecho, con la mano izquierda cogí la bolsa de basura y en la mano derecha llevaba las llaves para cerrar la puerta con ellas y no pegar un portazo en pro de no arriesgarme a dañar la delicada cerradura de mi casa-tonel... Todo iba sobre ruedas, porqué no iba a ir, en un quehacer tan doméstico y cotidiano como bajar unas escaleras con algo en cada mano.
Las escaleras de La Casa del Ruido eran las típicas escaleras de las casas que tienen dos siglos... es decir, a niveles distintos de alturas según los arreglos sucesivos que ha ido sufriendo el edificio; como la que toda la vida ha  preferido ponerse una crema antiarrugas y con 70 años sigue pensando que así las grietas descansarán mejor sobre la tierra cansada, que pasar por un quirófano y reestructurar todas las escaleras. Es parte del encanto de estos edificios, las diferencias, sus peculiaridades...huellas de historia reciente...que a nadie se le va a ocurrir jamás cambiar en su esencia, como a mi me gusta que así sea.
Yo, como todos mis vecinos sabíamos perfectamente donde lloraban las grietas del edificio y donde había que prestar más atención; sabíamos si en el principal podíamos subir o bajar las escaleras de dos en dos y pensábamos cuando nos íbamos a arriesgar a hacerlo de tres en tres... o qué escalera no había que pisar nunca porque el zócalo sobre piedra que estaba roto y levantado, era el refugio y hogar de una encantadora familia de salamanquesas que por supuesto, tenían el mismo derecho a disfrutar de la autenticidad del lugar que los demás. Me encantaba. Me encantaba el espacio común de La Casa del Ruido, todo menos su espejo, sí, aquel puesto a mala... en la entrada y que evidentemente se puso en una época en la que los vecinos de aquel lugar dejaron de ir al campo para ir a otros lugares..

Bien, como iba diciendo...tal y como había colocado mis objetos personales sobre mi, para bajar a la calle, volví a hacer algo en lo que siempre suelo errar...sentirme apresurada por llegar tarde.. en el horario que yo me había establecido en mi cabeza para llegar al bar. Así que bajé deprisa, corriendo y el gran fallo...a oscuras (no por mi culpa).
Y es que resulta que en la Casa del Ruido era habitual, que si doña Ramona quería ahorrar en luz aquel mes, cortaba la luz de los rellanos y escalera durante el día (la instalación de la luz en el edificio era del año 2 a.c...y dan fe los electricistas que acudían que no daban crédito al espectáculo de cableado y cajetines...), y solo la encendía por las noches.... A veces sencillamente se olvidaba de conectarla a media tarde, como ocurrió en ésta ocasión...imaginándomela yo, rezando en su altar personalizado del salón de su casa, a Don Faustino, y dándole gracias a nuestro señor por mantenerla cuerda y en esa comunidad para salvaguardarnos a todos la buena moral y los buenos valores que manda Dios e interrumpen los Orgasmus...
Era la líder de la mejor cruzada contemporánea...riete de la Orden de los Caballeros de San Juan.

De esta guisa, cuando di el último giro de escaleras y ya me quedaba el último tramo por bajar de la manera más apresurada pero feliz, resbalé.
Resbalé por culpa de mis sandalias negras y mi mala suerte. Y es que las suelas de mis sandalias negras, resbalan sin necesitar nada que les haga resbalar, algo que al contacto con ellas las haga vengarse de su vida diaria... ellas se vengaban cuando les daba la gana, arbitrariamente.
Bajando deprisa debieron de pensar que de qué iba yo creyéndome una amazonas invencible. Así que al pisar un escalón la sandalia derecha se fue de vacaciones establecidas por convenio y el azar que podía haber hecho que cayera para adelante o para atrás, decidió que cayera para adelante...
La ostia consagrada se oyó por toda La Casa del Ruido y ningún vecino salió (nos daba igual si moría el de arriba o el de abajo, ya nos enteraríamos por el olor) más que SunSun, que creyó que me había matado. El Exprimidor de Limones lo oyó pero no pensó en ningún momento que tal estruendo pudiera provenir de la caída de un ser humano, creyó que a alguien que bajaba o subía se le habría caído lo que estuviera cargando encima.
La barandilla que era toda de forja oxidada de por lo menos 100 años antes, se tomó mi mano de pincho de mediatarde, y así se me abrió una grieta en la mano y se me rompió el escafoides (hueso de la muñeca). La bolsa de basura llegó al contenedor sola... y las llaves que además llevaban un pen drive en el llavero, cayeron al pozo del agujero de La Casa del Ruido, aquel lugar donde nadie jamás quería bajar, pero que yo ya conocía... El otro brazo inmediatamente reaccionó para preservar cualquier golpe en mi cabeza, después de soltar la bolsa de basura, y di cuatro vueltas de albóndiga rebozada en pan rallado, antes de ser colocada en la sartén hospitalaria. Le dije a SunSun que estaba bien, que podía andar, que me iba al bar...SunSun estupefacta no dijo nada...bajé a los calabozos a por mis llaves...el pen no lo conseguí encontrar (sin una linterna ahí estas perdida...), así que el que lo encuentre le encantara lo que hay dentro... dejé encajada la bolsa de basura que tenia prisa por pasar a otra vida mejor, y me dirigí a la Bachata Aburrida.

Entré, y me encontré a Lebiram trabajando y en el lugar de los barreros, a Hermes, al Ambulanciero y a un par más de personas que no recuerdo... inmediatamente con gracia y salero conté el ostión que me había servido para querer agarrar una cerveza bien agusto.
Hermes...que para entonces tenía calidad de conocido con ganas de hacer carrera, y así pasar a la historia para fundar juntos la Noleida, me examinó la mano...y me dijo que debería ir al hospital...pufff...no...primero chervechita fría...esto no es nada, una herida normal, a curar y punto.
Hermes y el Ambulanciero, tras hacer un par de bromas de mi infortunio, los tres cerveza en mano, el primero insistió en que debía acudir al hospital y el otro se ofreció a llevarme...en moto.

Al final...valeeeeee vamos... Creí que el Ambulanciero iba a subirme a una moto cafe racer, como las que me gustan, pero ya sabéis que mi imaginación va muchas veces más deprisa que mi razón...jejejejje. Era una vespino, sucedáneo de Vespa.
Vaya...¿qué dices que me tengo que agarrar? ¿con cuál de las manos? con la buena...vale...ponte este casco...es grande...pero ajustado un poco así...yo creo que te vale...vale...
Me subo. El hospital estaba al otro lado de la ciudad...y todo el trayecto fue de maravilla salvo por un pequeño detalle...cada vez que el Ambulanciero frenaba mi casco se daba un golpetazo con el suyo y no podía controlar eso de ninguna de las maneras porque mi única mano sana le agarraba a él, para no caerme de la moto y hacer croquetas de la carne que sobra de  hacer canelones. No puedo aseverarlo con exactitud, pero igual me di 20 leches en la cabeza antes de llegar al hospital...y otras 20 antes de volver al Bachata. Resultado hospitalario = antiflamatorio y analgésicos y no se ve rotura en principio, pero estos huesos...ya se sabe....hasta dentro de unos días...son tan pequeños que no podría decirte con exactitud si tienes alguna rotura... médicos...medicina...

Cuatro días después me encontré a Hermes de oferta por la calle y fue el que me dijo que volviera al hospital que eso tenía muy mala pinta... le hice caso y salí escayolada. Aprovechó para apostar conmigo si me pondrían o no escayola... ganó él. Ya digo yo que su marketing es muy bueno....;)

Fue el mejor mes de baja que he tenido en mi vida. Salir y salir, leer, bailar, beber, gritar, reír y escuchar.
Redescubriendo, en esos meses que siguieron, el inicio de una primavera interna y los albores de un verano nuevo que la vida (que me daba la oportunidad de cambiar de estación) me ponía enfrente; para sumirme en un acantilado de coqueterias con un olor a almendro en flor, que es una de las flores que más me gustan.
Gracias Hermes.
  

jueves, 7 de abril de 2011

En mi propósito de querer acercar a los lectores aquello que me produce alguna alteración sensorial, o sensacional con otros orígenes distintos al de los sentidos, véase sensaciones interiores o derivadas de recreaciones mentales, en ese afán y deleite mio que es el soñar y disfrutar con las ensoñaciones; me he propuesto compartir de nuevo esta semana una de mis canciones favoritas.

Se trata de That Certain Female, de Charlie Feathers.
Charlie Feathers como genial cantante de rockabilly, es otro guitarrista que al escuchar genera en mi dos reacciones, primero la de disfrute absoluto del sonido (unido evidentemente, a mi gusto por el rockabilly) y segundo la sensación que transmite su música de enaltecimiento personal, puesto que de pronto estas pensando (en el momento y lugar que lo escuchas), que estás a un metro del suelo y que se te puede poner por delante cualquier cosa, que la arrasas. El resultado, es que siempre hago una fotografía instantánea del lugar y la sensación y las acumulo en mi disco duro.
Uno de esos momentos, que además fue inesperado, fue cuando fui a ver al cine la primera parte de Kill Bill y de repente sonó esta canción.... ¿porqué no salí al pasillo y grite mirando hacia la pantalla...¡¡Tarantino eres cojonudo!!? porque fue lo primero que tuve ganas de hacer. Y es que yo...no hubiera elegido mejor canción para mejor momento.
El momento que selecciona Tarantino para incluir este temazo es la canción que escucha el sheriff (un hombre que tiene el salpicadero del automovil ocupado con una colección de gafas de sol..) mientras acude al escenario de un crimen, la boda donde han sido asesinados todos los miembros del festejo, excepto mi querida heroína, Uma Thurman.




Para el que no conozca a Charlie Feathers (que supongo que sois todos), os apunto varios datos de aproximación al artista. Cantante y guitarrista estupendo, nacido en Mississippi, admiró a Hank Williams (otro artista que me apasiona, cantante de hillbilly) y a Bill Monroe, y creó un sonido muy muy peculiar dentro de la escena de la época; su mayor apogeo lo obtuvo en la década de los 50.
Grabó en sellos discográficos como Sun Records (cuyo productor, Sam Phillips, más tarde lo dejaría en un segundo plano por deudas..), King Records o Meteor Records, donde gravó sus mejores canciones.
Murió en 1998 en mi plena juventud rockera...que mal me sentó..

Disfrutádla, ¡¡es fantástica!!

sábado, 2 de abril de 2011

Era primavera.... como la recién estrenada... pero de hace unos 4 años....

Dentro de La Casa del Ruido y de Morti, por las mañanas, entraban los rayos de sol por el único sitio al que la voluntad humana, la de SunSun y la mía, se lo permitía....es decir, la puerta acristalada del balcón que daba a la calle Espozaño y Minero. En la misma pared había dos ventanas más, pero los estores blancos que dejaban entrar la luz no se levantaban por las múltiples razones explicadas en mis anteriores entradas sobre aquellos maravillosos años en  Melrose Place.

Empezaba una semana nueva, era lunes y acababa de disfrutar de uno de mis fines de semana de entonces... bares, música, entradas y salidas en casa, dejarse llevar por los acontecimientos, encuentros involuntariamente voluntarios y estudiados con las personas que quería ver, y resaca con sabor dulce.. ; la operativa normal de una soltera trabajadora a la espera de comerse el fin de semana todo lo que no se había comido entre semana; y eso que tenía como hábito tomarme siempre unas cervezas por las tardes, antes de subir a casa entre semana, para charrar un rato con quien se dejara caer en La Bachata (ahora) Aburrida... (el bar a dos portales de La Casa del Ruido, cuyo propietario era un chico con el que, unos años antes, había jugado un par de partidas al Twister de MB y acabamos jugando al Ahorcado..perdió él, claro; pero también de una de las personas que ahora mismo esta ahí arriba tomándose un gin tonic con san Pedro, en una de las nubes más grandes, y que me hacía reír como nadie..).

Los fines de semana, los cantos y las voces de Doña Ramona, sabían de otra manera...ya daba igual todo, no había que madrugar (salgo los sábados que me tocaba trabajar) y eso hacía que todo supiera distinto... todo tenía encanto.
La sensación de resaca permanente se aliaba con el bienestar y juntos bailaban un tango como podían; la ropa tendida en el patio de luces, manchada por la ceniza que los orgasmus cada jueves desde el piso de arriba dejaban caer, tiñendo la ropa de gris noche estrellada, tenía otro significado, el de fin de semana.. me daba tiempo a ponerla otra vez en la lavadora sin problemas, junto con el uniforme del trabajo, para estar listo el lunes.
Todo se volvía relativo.

Recién pasado uno de aquellos fines de semana, un lunes me sabía a `tengo que replantearme la vida por mucho que disfrute de las olivas, los boquerones y las cervezas´.
Para entonces, yo aún trabajaba a turnos unas semanas de mañanas y otras de tardes, y ese lunes tenía que entrar a trabajar a las 15 horas, así que me desperté sin despertador (una de las cosas que aún se saborear como placer más exquisito) y en un silencio absoluto...(que ahora mismo añoro desde lo más tierno de mi malestar), y me levanté para desayunar como manda el onceavo mandamiento...
A esas horas, un lunes, los orgasmus inmersos en sus ritmos grupales de costumbres propias de su especie o se volatilizaban y dormitaban sobre el césped de algún lugar desconocido para mi...o hibernaban hasta el miércoles, el caso es, que eran los únicos dos días que la cabeza descansaba... Un Ferrero Rocher envuelto en papel de oro de 20 kilates.

Justo en esos momentos de mi vida en Melrose Place, vivían enfrente de mi piso de La Casa del Ruido, Arti y Dani, una pareja encantadora y enrollada, que tanto te ayudaban como te invitaban a compartir lo que tuvieran entre manos en esos momentos de encuentro.
Después de mis `desayunos sin prisa´ de las semanas de tardes, solía ponerme música a un nivel prudente (recuerdo que me puse un disco de The Sonics) e iba organizándome poco a poco para la semana... tocaba destender el uniforme y plancharlo antes de ir a trabajar; comprar lo necesario para la comida del día; ordenar mi habitación y la casa en general; pegarme una ducha mañanera de las largas, sin ninguna prisa, escuchar las noticias en la radio y empezar a hacer la comida antes de que SunSun llegara del trabajo.
Mientras iba cantando, bailando y guitarreando virtualmente por casa, haciendo las cosillas del hogar...me di cuenta que me faltaba leche y que era lunes...es decir, había que reponer material, usease, los hielos gastados por los combinados del fin de semana (en mi casa no podían faltar nunca mazacotes buenos de agua congelada) y leche (es un misterio lo que SunSun hace con la leche...cuanto más compraba más pronto se gastaba).
Así, que después de adecentar mi hogar dulce hogar, planchar el uniforme y colocarlo extendidito encima de mi cama de 1,50 m (que tiempos aquellos..); me dispuse a ir al economato que había justo debajo de mi casa en el portal contiguo (que después fue kebab, panadería, otra vez kebab...y ahora ya no lo se..) a comprar hielos y unas cajas de leche a la simpática Ana, la propietaria del lugar.

¿Qué se coge una de casa para bajar justo al portal de al lado a comprar varias cosas? Yo, evidentemente, no pensé en que iba a necesitar bolso...ni móvil...ni papel...ni boli...ni el monedero...ni las gafas de sol...ni nada de nada... Pensé...sólo necesito 4 euros y las llaves, paso de bajar nada más...¿para qué?.
Tengo que decir que cada vez que en mi mente se desarrolla dicha pregunta...yo que soy gafe...suelo coger todo lo que he dicho que no iba a coger; pero ésta vez dije... en serio No, es ridículo bajar con nada más, acostumbrate a ir más liberada. Ok. Así que No se va de casa con el producto neto de su nómina ya a día 13 del mes y con las llaves. Nada más. La verdad es que tengo que decir, que la sensación que sentí al bajar las escaleras medio bailando y cantando tan suelta casi valió la pena después de todo...
Entré en la tienda y saludé a Ana; creo que era la única persona que trabajando en Melrose Place no tenía ni idea de los chismes del barrio...(no vivía en él) así que era todo un lujo poder hablar con ella, porque nunca lo hacía sobre los demás.
Si...la eche de menos cuando se fue...

Cogí la leche y los hielos y ya era casi la una del mediodía; Ana cerraba en breves, había llegado por los pelos. Me costó 3,25 euros la compra. Pensé...bueno ahora a subir y a empezar a hacer la comida; comer y salir para el frente de batalla. Saqué mis llaves, las coloqué en la cerradura...y...si, en efecto, la puerta no se abría, la cerradura se había estropeado (algo que me jorobo bastaste porque `la casera´me aviso que no cerrara nunca de portazo porque la cerradura era algo delicada...y siempre cerraba la puerta con la llave puesta, jamás di un solo portazo). Mierda....mierda....mierdaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!

Tic tac...tic tac...tic...tac....las 13,15....entro a las 15 a trabajar.....uniforme, móvil, bolso, dinero, todo dentro de casa. Inmediatamente pienso en el trabajo...mierda otra vez, yo que no paro de echar broncas a las demás porque llegan tarde al curro y soy un ejemplo intachable de puntualidad...no puedo llegar tarde!! y además...el puesto se queda sin cubrir...y hoy está la cirujana...follón seguro... etc..
Un tumulto de ideas se atropellaron en mi mente.
En definitiva...en ese momento algo me decía que no iba a ser el mejor día de mi vida.
Tenía que pedir ayuda, llamé a la puerta de Dani y de Arti, no había nadie en casa....y, como os podéis imaginar, no se me ocurrió pedir ayuda en ningún otro piso...en cualquier caso hubiera conseguido de todo menos ayuda (orgasmus y Doña Ramona...no, gracias).
Me miré el dinero que tenía, joder...75 céntimos...¿dondé hay una cabina ahora en la era del móvil? No... piensa...piensa....creo que en el Central Market....o tal vez en la plaza de la Santisima Cruz....ayyyy no lo se!
Salí escopeteada sin dejar los hielos y la leche en el rellano (cualquiera se fía de los orgasmus...eran capaces de salir de su hibernación coger el material y volver al catre como si nada...ni hablar), es decir, me cargué con la compra y me fui al Central Market que distaba de mi casa unos 10 minutos andando...y no!! no había una cabina!!! (yo hubiera jurado que en algún momento alguna vez...vi alguna...) evidentemente, me cagué en la estatua del fundador romano de nuestra querida ciudad , que testigo de mi desasosiego parecía hasta reírse de mí diciéndome (con esa postura hierática de cadera inclinada y sonrisa burlona) que pringada... ,así que corriendo otra vez, desandando lo andado, me dirigí a la plaza de la Santisima Cruz...y siiii una cabina...dios...que calor hacia...sudaba por castigo divino...
Vale, No, ya tienes cabina, ahora piensa, solo tienes 75 céntimos organízate, tendrás pocas oportunidades de llamar...vale, SunSun es la que está más cerca de casa, trabaja a 10 minutos andando, llámala y que ella llame a la casera para contarle lo que ha pasado y que ésta llame al seguro del hogar para que venga un cerrajero urgentemente.
Llamo a mi hermana que nada más oír mi voz me da voces diciéndome que ahora no puede atenderme que estaba muy liada, y me cuelga. Su puta madre (con perdón porque es la mía también). Vuelvo a meter moneditas en la cabina...45 céntimos...vale...llamo a mis padres para que llamen a SunSun, le digan que es idiota, y le cuenten lo que me pasa, y...sorpresa sorpresa....mis padres comunicando!!! Seguro que Crudins estaba marujeando sobre el finde...una imagen fugaz imaginó mi mente y se proyectó en las retinas de mis ojos....Crudins con el teléfono en mano jijij jajaja jijij jajaja...= misión imposible, posibilidades cero.
Creo que si alguien me hubiera pedido la cabina en esos momentos me lo hubiera engullido...
Bueno, intento otra vez llamar a SunSun...30 céntimos...llamo y lo primero que le digo es que me escuche!! que me he quedado colgada en la calle sin poder entrar en casa con....30 céntimos y bajando... que llame a la casera!!! me dice que vaya a su trabajo que me da sus llaves para que pruebe a abrir la puerta con las suyas... ok....
Cargo la leche otra vez...y los medios hielos...y me pongo a andar los 10 minutos hasta su trabajo...me da sus llaves y me dice que ya ha llamado a la casera, que alguien irá a rescatarme o a hacer algo... Vuelvo a recorrer los 10 minutos de trayecto hasta mi casa, pruebo sus llaves, y la cerradura no responde; la puerta se me descojona en la cara...

¿Qué hago? las 14,30. En esos momentos decido volver a llamar a casa de Dani y de Arti, tal vez tenga suerte y como ya es la hora de comer han vuelto a casa. Están!!!! genial...hielos a la nevera y leche en habitáculo seguro. Los tres unidos pensamos como abrir la puerta...uno detrás de otro metimos las llaves y las volvimos a meter y lo volvimos a intentar otra vez...nada. Arti decide probar con el método que ha visto a muchos cerrajeros y se va a por una radiografía suya. Riqui raca riqui raca en la puerta a la altura de la cerradura....nada.
Pasa el tiempo......Tiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii las 15 horas. La mala ostia recorre mis venas...llamo al trabajo desde el teléfono de SunSun que ya se añade a nuestra cuadrilla (después de que ella también probara en la cerradura 13 veces más)  e intento explicar a mi compañera que pasa... `vale´, me dice (la que se pira a las 15 y compañera donde las haya..),  `le dejo un post it a xxxx y ya está....´ le digo que no, discuto con ella y le digo que le diga a x+y que se quede en mi puesto hasta que yo vaya, sea la hora que sea, o hasta que venga mi jefa (llegaba a las 16 horas) y que cuando ésta llegue me llame.

En ese momento llega el dueño de mi casa, así que ya somos cinco en el rellano.... me dice que su pareja ha llamado al cerrajero del seguro de hogar y que éste le había dicho que a las 15 horas como tarde iba a estar... si...ya lo veo. Intenta por todos los medios (era un ritual a seguir por todo el que entraba en esta fiesta) abrir la puerta metiendo y sacando la llave 30 veces en la cerradura...y yo pensando...al final me quedaré además de sin entrar, sin llave ni llavero... por un momento pensé... ¿harán todas las personas lo mismo ante esta situación o solo es un empeño oregonés?
De pronto me pregunta si he cerrado el balcón de mi dormitorio, que como da al patio de luces, y ahí nació hace millones de trillones de años un hermoso andamio...podría subir el andamio hasta mi habitación, entrar en casa y abrir la puerta desde dentro. Estupefacción. Y yo que creía tener imaginación....solo faltaba además, aquel día, tener que hacer fila en las urgencias del Hospital Miguel Servet...
Menos mal que había cerrado el balcón para que ningún Lancelot subiera el castillo andamial blanco para salvar a la princesa de los suspiros...uy, perdón, de los resoplidos.

De perdidos al río.....¿alguien tiene hambre? yo me marcho a comer y que se abra cuando se tenga que abrir... SunSun se une conmigo, evidentemente. En esos momentos llega la pareja del dueño de mi casa, `la casera´, y nos vamos los cuatro a comer a la plaza de la Santisima Cruz....
Dani y Arti se quedan en su casa a esperar a que vaya el cerrajero. Menú del día en el único lugar que ya nos daban de comer....primer plato cuscus....
16 horas, llama mi jefa al móvil de SunSun. Le cuento que no puedo entrar en mi casa y que estoy esperando al cerrajero que está al caer, me dice que no pasa nada, que en cuanto pueda vaya. Por un microsegundo...tuve una sensación de libertad..., no tenía nada importante encima y no tenía prisa ya por ir al trabajo. Ummm sweet pleasure...
El cerrajero llama por teléfono a `la casera´ cuando estábamos en los postres..., estaba esperándonos.
`La casera´, supongo que por defecto de profesión (es banquera), me indica que no hable, que ya hablara ella de lo que ha pasado.., intentaría que todo entrara por el seguro... Capito...es tu casa...a mi me da igual tener una llave con tres puntos o una con diez.
Y me recalca que ya me dijo cuando me fui a vivir ahí que no diera portazos porque la cerradura era delicada....
Si ella hubiera podido sentir el torbellino de sangre que en milésimas de segundo hizo que me hirvieran todos los fluidos de mi cuerpo haciendo que éste aumentara de volumen...se hubiera callado; gracias a dios...en estas ocasiones no necesito hablar, por lo visto, mi cara es el reflejo de ese tsunami interior. Y menos mal que es fácil de interpretar mi careto...porque si hablo lo arraso todo (que gran defecto tengo).

SunSun se fue directa al trabajo, así que con una persona menos, eramos tres los que quedábamos en el show...los propietarios del piso y yo. El cerrajero, muy amable él, miró la puerta...le  indiqué esperando ya a que me preguntara por ellas, si quería el juego de llaves para probar otras 3000 veces quien la partía por la mitad para tener un dos por uno; me miró...y me dijo...¿para qué dices que necesito las llaves?
No se como agarró la puerta pero haciendo un solo gesto que duró dos segundos abrió la puerta.
Ni que Lancelots guapos sobre andamios ni que leches....
Estupefacción de nuevo.
 

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