Gladiator era un gran personaje....un hombretón que lidiaba todos los días en el Circo (nunca mejor dicho), llamado Caramelo, en la ciudad del viento. Hoy es su cumpleaños.
Recuerdo cuando entré en el Caramelo..y lo recuerdo con un sabor muy agrio...ácido, diría más bien.. Y es que yo no supe que iba a caer en dicho lugar hasta dos días antes de iniciar el curso; mis padres, no se si con buen o mal criterio, me lo ocultaron hasta esa fecha porque sabían que hiperventilaría durante mucho tiempo... y muchos días...(como así fue), así que para que empezar antes de hora..
Como no..yo salía de mi gran y querido Instituto Público, en el que me sentía como pez en el agua..clases de nivel, profesores de nivel, cafetería donde se podía fumar (todos), y libertad para decidir sobre a donde dirigir tus propios pasos (tu decidías, tu te comías las consecuencias, es decir, madurabas). Nadie te echaba broncas, si suspendías era tu problema; si no ibas a clase, también. Encontrabas gente diferente a tí, gente original...cada persona era realmente un mundo en ese lugar, todos valíamos la pena. Así de normales pasaron mis tres años de BUP en el Instituto.... hasta que el tercero, decidí no ir.
No porque no quisiera estudiar (que siempre me ha gustado), era porque nada me motivaba, absolutamente nada, o mas bien diría mejor...que habían demasiadas cosas que me desmotivaban. Así que dejé de estudiar y me dediqué a ir al parque a fumar porros (pocos..me daban dolor de cabeza) y montarme un grupo de Doo Wop con SunSun y Noa. Mientras ensayábamos las voces, soñabamos con el estrellato, escribíamos un montón de canciones y nos grabábamos, empezé a lidiar el estrellato que luego brillaría por si solo, jugando al futbolín. También fue el año de otro amor silencioso.. (que malestar.., bueno, me consta que luego se arrepintió de no haberse lanzado a tiempo millones de veces.. parece ser que la historia se repetía.. pero en otra urbe).
Resultado=cates=resultado=encierro=resultado=Caramelo
Sobre el tránsito entre un lugar y otro...no lo recuerdo..y que porqué decidieron mis padres ese lugar...también lo desconozco (tampoco quise saberlo).
Después de mis primeros días llegué a la conclusión que prefería ir a un psiquiátrico... y de que mi lugar no estaba entre conversacíones tipo...¿alguien tiene un jersey que me pegue con los pantalones? es que hoy voy descoordinada...(ruido de vómito.. y doy fe que ese comentario es verídico).
El primer día de clase, llegamos SunSun y yo con nuestras chupas de cuero (compradas con el sudor del ahorro semana tras semana de nuestras pagas), y nos sentamos; nos hicieron
poner a toda la clase en círculos y entonces nos enteramos... los dos primeros días iban a darse las `jornadas de sensibilización...´ creo que la lengua no se me cayó al suelo de milagro.. la estupefacción por el shock creo que paró mi riego cerebral un tiempo... (en fin, esto daría para una entrada aparte y lo que quiero es hablar de Gladiator). Yo solo quería volver al instituto con gente normal, a mi clase de música y seguir aprendiendo a tocar la batería, que sí, me enseñaban en el institutoooo!!!
Gladiator fue mi profesor de Historia y de Filosofía aquellos dos años que estuve en el Caramelo. Gladiator estaba para mojar, y era una realidad, para que negarlo, joven y guapo y todas las alumnas (solo había 6 o 7 chicos) babeaban con él... de hecho, pisabas siempre sobre mojado, y con cuidado de no resbalar.
Me veo en la necesidad de hacer varios matices sobre el hecho de compartir la misma opinión sobre Gladiator que toda esa espantada de palomitas; y es que cuando yo lo vi por primera vez pensé...que exagerada es la gente...este tipo destaca físicamente por la fisonomía comparativa que hay con el resto de profesorado, evidentemente. Con esto no quiero decir, ni negar, que pensara que no era guapo, sino que, si, es guapo, ¿¿y qué?? hay millones de tios guapos en el mundo...
Pero empezaron las clases...y a medida que nos iba dando clase más me gustaba la clase...y es que sabía tanto...que empezé a tener esa sensación de...Gladiator da la clase para mí; no sabía muy bien que quería decir exactamente esa sensación, supongo que admiración...motivación... el hecho es que si ya de por sí sacaba buenas notas (salvo en matemáticas, que siempre pencaba..al año siguiente, en COU, con letras puras, las desterré ya para siempre de mi vida), jamás me consentí un solo notable en Historia o en Filosofía, tenía que sacar sobresaliente, no podía quedar mal delante de Gladiator, que parecía tener los músculos de la cara curtidos de tanto encanto que emanaba con todo el mundo.
De este último hecho, quedó prueba constatada, un día que mi madre fué a hablar con él por primera vez y al volver a casa habían cambiado a mi madre; mi madre estaba transformada, de hecho irradiaba encanto por todos lados...(mi madre!!) y es que hasta tal punto llegaba el encandilamiento que producía el encanto que repartía Gladiator, que mi madre lo quería poco menos de yerno...si, si, de yerno... y Gladiator para aqui y Gladiator para ahi todo el día...
El caso es que Gladiator iba siempre con su sombra, pero no una sombra normal, sino una sombra de buitres que se arañaban entre ellas diplomáticamente y con un estilo cool de finura hipócrita propios de las clases más forjadas y trabajadas.
Entre ellas destacaba la Palomina, la más de la más; y no lo digo porque destacara por un talento en particular que hiciera que el resto la apreciara o admirara, sino que lo único que tenía era un delantera como la que tiene nuestra selección...y ella que sabía contonearse mejor que nadie y aplastar a las demás como si estuviera bailando ballet delante de un público selecto, maquinaba tácticas que bien podría haber explotado Eugenio con su `sabeu aquell que diu...´.
La Palomina se colocaba las sandías, se bajaba un poco más el jersey de escote picudo para marcar un canal en el que se hubiera ahogado cualquiera, se levantaba del pupitre con la excusa de tener que ir a la mesa de Gladiator porque no entendía algo, meneaba su cabellera de hiena y con su sonrisa de mona lisa flexionaba la mitad de su cuerpo en la mesa del profesor...hasta la altura de apoyar sus gracias en aquella superficie, para que el propio Gladietor ¿para que el pobre Gladietor que? no lo se.
Solo se que Gladiator con su encanto arrollador me acompañó a la Facultad de Filosofía y Letras antes de matricularme en _______, y la Palomina jamás lo supo, que gran desperdicio de información..
¿Qué será ahora de la Palomina?
Gladiator, felicidades!!!!.
No cambies nunca tu encanto y sigue lidiando como puedas esa sombra de babas que siempre te acompaña..;)
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