domingo, 25 de marzo de 2012


Desde luego tengo a veces maneras de pasar los fines de semana un tanto extrañas.
Ayer, sin ir más lejos, me vi gustosa dentro de la invitación a compartir mesa en un pueblo cerca de La Ciudad del Viento a lo que iba a ser una cena-barbacoa.
El plan parecía estupendo.... una se imagina chuleticas de cordero a la brasa, chistorrilla, longaniza... y un olor que invita a beber un tintito mientras se van asando los chorizos en una noche con una temperatura más bien suave, vamos lo típico de una barbacoa, pero empezó a torcerse tanto el plan... que de la idea inicial que yo generé, acabó la cosa en un revuelto de estómago de los que se recuerdan siempre.

Hay veces que asocias una imagen con un olor o con un sabor y la nausea es instantánea, o al revés...una imagen con un sabor y tu escaner no te falla después jamás.
Siempre te va a pasar, porque tu primera experiencia no fue buena y porque hay cosas que aunque puedan formar parte de nuestra cultura, se pueden evitar.

Cuando me dijeron que había barbacoa ayer, la verdad es que estuve dudando entre ir o no ir y luego pensé... hace mucho que no veo a esta gente que me cae muy bien, no estaría de más acudir y pasar un buen rato.
Un pequeño factor me echaba para atrás... me habían avisado que lo que iba a estar entre las brasas eran cabezas de cordero. Estupefacción.
Junto con esa información se me advirtió que no pasaba nada si no me gustaba.. que ya había invitados a la cena que no iban a tomarla, así que podíamos traer carne y cenar lo que quisiéramos. Sunsun y una servidora (como otros invitados) no habíamos probado nunca las cabezas de cordero así que decidimos comprar y llevar algo de comida por si acaso.

Lo primero, no sabía que las cabezas de cordero se comían aquí.
Lo segundo, ¿qué coyons se come de la cabeza de cordero si apenas hay chicha? = si... todo lo demás.
Lo tercero, Hermes me había explicado en varias ocasiones que en sus múltiples viajes se había encontrado con que en algunas culturas hierven las cabezas de cordero como algo exquisito en cacerolas y que el olor, la imagen y el sabor te gerena tal asco que no se te olvida nunca. Él ya me había contado que en más de una ocasión se había visto sentado en el suelo alrededor de una cacerola y de gente con la que no habla ni el mismo idioma, y tener que comer lo que para unos es un suculento manjar por no hacer un feo o un desprecio.  Para qué os voy a engañar... eso fue lo primero que recordé cuando oí "cabezas de cordero".

Vale... pensé... compro otra parte del cordero, la llevo, y no quedo tan mal.
De todos modos no tengo aprensiones para comer casi nada y yo fui dispuesta a probar la cabeza de cordero y empapuzarme si me gustaba.
Ok, nos pasan a recoger a las ocho por mi casa.
Le pregunté a Sunsun si a la anfitriona no le importaría que me llevara a Lucas (mi perro), puesto que sabía que ella tenía una perrica y pensé que así se lo pasarían bien jugando a médicos o con lo que fuera. Cuando llegué a mi casa a las siete de la tarde, antes de que nos vinieran a buscar, me dijo Sunsun que no le podía preguntar eso.... acababan de atropellar a la perra, se lo acababa justo de comunicar la anfitriona. Disgusto...empezamos bien la noche.... ¿se anula la cena? dios...a mi ya me subió un escalofrío por el espinazo.... la perra muerta en casa... cabezas de cordero muertas por ahí... ayyyy... ¿lo dejamos correr?
No, dice la anfitriona que se mantiene el cenorrio.
Ok, vámonos... dejemos a Lucas en casa.

Cuando llegamos la cosa siguió torciéndose.... ¿barbacoa? no, las cabezas de cordero están en el horno... ummm peligro ¿entonces... hacemos la comida que traemos nosotros o no? si, claro claro...no hay cabezas para todos.
Se hizo la carne que llevamos y nos sentamos a la mesa (en el interior de la casa... fuera estaba la pobre perrita), y me propuse probar cabeza de cordero. Me sirvieron en el plato un trocito de cara y un puñado de sesos; no quise en un principio mirar el resto de los platos de los comensales que comían cabeza de cordero, porque me imaginaba la escena y no quería que nada me cortara el rollo.
Yo pensaba todo el rato...NO, tu comida favorita son los caracoles, unos animales babosos que se arrastran por el suelo... igual esto te deslumbra.
Vale, pruebo primero la cara.. no me dice nada el sabor, carne securria con un aderezo especiado, no me estaba perdiendo nada. Sigo con los sesos... textura gelatinosa y dulce, no está mal... pero igual machacados sin forma de sesos me los tragaría mejor.
Decido no repetir y mirar el plato entero de las cabezas de cordero.... ¡¡ahhhh dios!! la sección de la cabeza de un animal con un ojo saltón y todos los dientes blancos puestos en su sitio en hilera con un color todo negruzco (horneado) alrededor.
No miento si esa imagen no se me va a borrar de la cabeza jamás....la anfitriona nos confiesa que se lo come porque está pensando en otras cosas mientras tanto, sino sería incapaz y nos da las razones por las que los 24 de marzo de todos los años hace una cena de cabezas de cordero (no logro recordarlo, creo que lo oí sin escucharlo....ninguna razón para mi sería comprensible).
Yo sólo pensaba.... ¿y no se le pueden quitar los dientes al menos antes de asar?.
En mitad de la cena oigo que uno de los afortunados que urga entre los recovecos de una cabeza comenta.... la verdad es que no hay mucho que comer en una cabeza.
Y es que no hay nada peor que sentarse a cenar pasadas las diez, no habiendo merendado y que se te presente una cena de este tipo.

Junto a la imagen de la cabeza seccionada horneada no paraba de girar en mi cabeza la idea siempre presente de que la perra muerta atropellada por un automovil estaba tapada con una manta en el patio de la casa.

Volvía a casa con el estómago revuelto, no pude evitarlo.
(Iba a poner una imagen de una cabeza corderil horneada, pero no he encontrado en google ni una sola como la que yo vi ayer, os habéis librado).


_____________   Ahora necesito una barbacoa de verdad  _______________

21 comments:

Sinube dijo...

Cuestión de costumbres como bien dices. A mi madre le gustaban y mientras ella se comía media cabecilla, nosotros nos comíamos el cuarto delantero. A mí no me atrae pero de pequeña me daban los sesos y para dentro que iban. Eso sí lo del color negruzco ni idea, no sé cómo las asarían pero si ya de principio no te atraían con esa pinta normal que mucho menos.

hel·lènic dijo...

¡Joé! Sólo a mí se me puede ocurrir leer esta entrada después de cenar. Y es que además te explicas con todo lujo de detalles, que no hace falta mucha imaginación para entrever ese banquete. Y doy gracias a Dios que no has encontrado ninguna foto del protagonista, porque si la pones en el post seguro que poto.

pseudosocióloga dijo...

¿Y nadie hizo fotos?....me cuesta hasta imaginarlo.
Yo recuerdo con horror una cabaña africana donde nos ofrecieron sangre de cabra, ese olorrrrrr.

el chico de la consuelo dijo...

mmmmmmmmmmmmmmmmmmmm!!!
me encantan los sesos y la lengua y los bigotillos crujientes!!
mi hermana incluso se zampaba los ojos.
rosigar la huesera no me atrae demasiado...
pero vamos que en mi casa ha sido costumbre años y años comer cabeza, con regocijo de todos!!

B dijo...

No he podido leerlo entero, en cuanto he visualizado la cabeza me ha dado cosica y no he podido seguir.

Espero que no te sentaran mal las cabezas, pero vamos, donde estén unas chuletitas de palo que se quite lo demás.

No dijo...

Sinube, a raiz de esto mucha gente me ha contado que las madres antes daban a sus peques sesos por sus propiedades.... Parece que yo me salvé de esa costumbre ;)
No te puedes imaginar la pinta....no comment.

juajauajuaa Hel-lénic... sorry... si es que no hay nada como ser a veces un poco prosaica para remover cosas jajaja.

Pseudo, nadie hizo fotos, porque debo de ser la única que se enteró hace un par de días que en nuestra cultura se siguen comiendo cabezas de cordero, por lo tanto, a la mayor parte de los comensales no les parecía nada extraño. Menudo cantazo hubiera dado si saco mi mierda-móvil para hacer una foto del instante..
Diossss... ¡¡sangre!!! creo que a eso si que no podría...

Chico de la Consuelo...no se porqué no me extraña que te gusten las cabezas de cordero con sus sesos y sus ojos, aunque no tanto rosigar la huesera (jajaja me ha encantado la expresión) y que vengas de una familia de rosigadores de cabezas jajaja ;).
Aqui en Oregón teneis una expresiones increibles (y unas costumbres de lo más increibles aún), me encantan y nunca me canso de oir nuevas.
¿Te comes los ojos? por curiosidad..

Bichejo te entiendo y te perdono, no me gusta el maltrato, os lo dejo a elección jejejeje. Estoy contigo, donde esten unas chuleticas o una paletilla se se coman los ojos y los sesos los de las sobras ;)

Besis a tuti

Patri Caos dijo...

Hola No! Mira que yo soy superfan del Ternasco de Aragón, pero lo de comer cabezas nunca me ha gustado, me da un asquito lo de los sesos, ojos, lengua, etc....
La verdad es que vaya noche, ya pintaba mal con el accidente de la pobre perrita.. Lo mejor hubiera sido cambiaro a otro día que hiciera mejor tiempo para una barbacoa de verdad, con sus costillicas y esas cosas tan buenas :)
Jo, ya me ha entrado el hambre ;)

el chico de la consuelo dijo...

Los ojos para mi hermana, a mi me gusta más la lengua y los bigotillos...
pero siguiendo por esta senda me gustan las patas de cordero con tomate, las manitas de cerdo, la oreja, criadillas, madejas, morrro,callos,lechecillas

ahhhhh y esto también creo que es muy local las escarbaderas de gallina...que son las garras con todas las falanges de sus dedos.

siguiendo con pseudo las morcillas y la bola que es la pelota toda de sangre sin el arroz

el chico de la consuelo dijo...

de todas formas ahora te pones muy fina con lo de mi pueblo pero los caracoles a la brasa con toda la babilla chiporroteando del tuyo ¿que? a mi me encantan que lo sepas por si me quieres invitar.

Y me acabo de acordar de las hormigas en colombia todas crujientes.mmmmmmmmmmmmmmmmmmm!!!

Papacangrejo dijo...

Pues hubiese preferido la foto porque la imagen mental que me has hecho crear con tu descripción supera al último episodio de The walking Dead. ahhhh recuerdo a mi padre cuando se las comía, no podía mirar el plato.

Yo Soy Aquel dijo...

Uy, esas hormigas de Colombia!!!De la zona de San Gil si no recuerdo mal.
Si es que la gastronomía es rica y variada.
La araña frita de Camboya, serpiente de Vietnam, es pollo-rata de Mozambique, la inyera de Etiopía, el cuy de Ecuador, el anticucho de Perú, los chapulines de México. Todo buenísimo dependiendo del hambre que lleves.
Y no me puedo olvidar de las madalenas de Lumpiaque.

Ale, buen provecho.

No dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
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el chico de la consuelo dijo...

A ver NoE deja al sr Ro que defienda su anonimato como más le guste, no seas así...siempre desvelando secretos y levantando los pasamontañas de los anónimos. Si te portas bien te diré algún sitio de OregonDF donde se pueden comer buenos caracoles a la brasa.

En efecto Hermes te llevas el gallifante... en mi caso Chicamocha ya conté alguna aventura, puedes leerlo en este post viejo de mi blog

Uffff que bonitos recuerdos me trae san gil, el gallineral, el rio fonce haciendo rafting ¿fuiste con los Sres divagando?

No dijo...

Patri, tienes toda la razón, pero el 24 había que comer cabezas de cordero (no me acuerdo el motivo...), pero tengo que desquitarme como sea! jajaja

Txelos... ya... y eso que aqui en Oregón los caracoles nada que ver, encuentras raciones que a mi no me llegan ni al gaznate.
Aqui no hay caracoladas... el único que se preocupa de mi debilidad gastronómica es el primo de Hermes que tambien es de Ilerda y cuando viene a Oregón y se está en el pueblo de su mujer hace unas caracoladas donde me pongo las botas!!
¿lengua de cordero... bigotes? puajjj ayyy que esto no mejora jajaja. ¿Escarbaderas de gallina? Tu has tenido que pasar hambre...si no no lo entiendo jajajaja.
Bueno, a mi me gusta todo del cerdo, pero del cerdo. Del cordero no... no sabe igual.

Ostras Papacangrejo todo el mundo me habla de esa serie y dicen que es una pasada. Yo es que no veo la tele apenas.
Te puedo asegurar que yo no repetiré la experiencia ;)

Yo soy aquel, vale que has probado de todo en tus vueltas al mundo..pero alllaaaaa que no sueltas si has bebido sangre de cabra como pseudo o no...

Besis

No dijo...

Toda la razón Txelos respecto al anonimato de mi lector, me he descuidado ;)
Como rectificar es de sabios...yo lo hago.

Alaaaaa dime donde se comen caracoles buenos y en abundandia por estas tierras no seas así...

Por cierto...vete preparando el frac, que te va a hacer falta en abril.
Un besi

Yo Soy Aquel dijo...

Ay, Consuelo's boy cuántas cosas quieres saber en tan poco tiempo!
Lo primero debo darte las gracias por tu defensa, eres mi mosquetero preferido.
Lo segundo, adonde tu y yo queremos volver no estuve con los divagantes. Supongo que no pasarías por alto Barichara.
Lo tercero, no te calles la información sobre los caracoles, la sra. No te lo agradecerá... y todavía más el sr Sí.

Saludos

NáN dijo...

Vamos a ver. La cabeza de cordero es como máximo una para cada dos personas. Tiene un ritual, basado en la experiencia del pueblo, que no se puede saltar. Primero se come el ojo y desde ahí se va horadando y abriendo hasta que al final solo quede en el plato la calavera monda y lironda con los dientes; más algunos huesillos que se desencajan de su sitio, y se chupan, para poder llegar a las profundidades.

Lo sé porque lo sé. Pero antes prefiero comerme viva la cabeza del anfitrión, como un Aníbal Lecter cualquiera, que comerme una cabeza de cordero comme il faût.

No dijo...

jajaja Gracias Nán, menos mal que has puesto un comentario como dios manda, así ya no sólo me tacharán a mi de descriptora que infunde al vómito.
Me quedo contigo, pero yo preferiría cortar cabezas antes que comerlas, ¡¡donde va a parar!!.
Un besi

Peter dijo...

A mí la cabeza del cordero como que no, me acuerdo del corderito de Norit y no puedo. Con las chuletillas y la paleta de lechal no me pasa.

Sin embargo, con el cochinillo me encantan las orejitas y la jeta, no acordándome de Babe

Gonzalo Viveiró Ruiz dijo...

A mi me gusta la cabeza de cordero. La lengua y los sesos son cojonudos. El ojo sólo me lo como si está fuera de la cabeza (ya lo se, yo tampoco entiendo por que).
También los culos de cordero (el musculo del ano, limpito y a la brasa) están muy buenos.
En lo que era Persia, sirven las cabezas, con cuello, con arroz. Y es un plato cojonudo.
O sea que es una brutalidad más universal de lo que pensamos

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